BACKGROUND: Psychiatric comorbidity is prevalent in persons with multiple sclerosis (MS). Few studies have assessed whether second-generation disease-modifying therapies (DMT) are associated with adverse psychiatric effects.
OBJECTIVE: We aimed to systematically review the literature regarding the APEs associated with natalizumab, fingolimod, dimethyl fumarate, teriflunomide and alemtuzumab in MS. As a secondary objective, we evaluated changes in anxiety or depression scores following treatment with the aforementioned DMTs.
METHODS: We searched MEDLINE, EMBASE, International Pharmaceutical Abstracts, PsychINFO, Central Register of Controlled Trials & Cochrane database of systematic reviews for published studies, and clinicaltrials.gov and regulatory documents from the US and Canada for unpublished studies. Data sources were searched from inception to September 2017. Studies reporting adverse psychiatric effects involving any DMT of interest were included. We report the incidence proportions of the adverse psychiatric effects and, where applicable, risk differences between DMT-exposed and unexposed individuals along with the corresponding 95% confidence intervals. We calculated the standardized mean differences (SMD) of changes in anxiety and depression scores if reported as study outcomes, and pooled the data using random effects meta-analysis.
RESULTS: Of 4389 abstracts screened, 78 met the inclusion criteria, including 48 clinical trials, 28 observational studies and 2 case reports. Depression was the most commonly reported adverse psychiatric effect. Incidence proportions for all adverse psychiatric effects ranged from 0 to 24.7%. None of the DMT studied were associated with a statistically significant increased risk of any adverse psychiatric effect (range of risk difference: -7.69% [95%CI: -16.06%, 5.56%] to 6.67 [-8.56, 15.59]). Eighteen studies examined changes in depression or anxiety following fingolimod, natalizumab or dimethyl fumarate treatment; depression symptoms improved in fingolimod-treated groups (SMD [95%CI]: 1.18 [0.17, 2.19]). We did not identify studies examining changes in these outcomes following treatment with any of the other DMTs.
CONCLUSION: The DMTs reviewed were not associated with an increased risk of adverse psychiatric effect in MS, and some may reduce the incidence of depressive symptoms. This may reflect either a positive direct effect (e.g. immune modulation) or an indirect effect arising due to a positive impact on disease activity or course.
INTRODUCCIÓN: El objetivo de nuestro estudio fue revisar sistemáticamente el creciente número de publicaciones publicadas sobre un tratamiento específico de esclerosis múltiple, el fingolimod, en el mundo real para evaluar su eficacia en pacientes con EM, evaluar las metodologías utilizadas para investigar la EM en La práctica clínica y describir los vacíos de evidencia para MS como ejemplificado por fingolimod. MÉTODOS: Realizamos una revisión sistemática de la literatura en cumplimiento de PRISMA (fecha de corte: 4 de marzo de 2016). Para la extracción de datos y la evaluación de la calidad se incluyeron artículos publicados sobre datos reales de fingolimod con respecto a los resultados clínicos, la persistencia, la adherencia, los costos de atención médica, el uso de recursos médicos, los patrones de tratamiento y los resultados informados por el paciente que cumplían con todos los criterios de elegibilidad. RESULTADOS Y DISCUSIÓN: En base a 34 estudios incluidos, este análisis encontró que el tratamiento con fingolimod mejoró los resultados en comparación con el período antes del inicio del tratamiento y fue más eficaz que los interferones o acetato de glatiramer. Sin embargo, entre los estudios que compararon fingolimod con natalizumab, las tendencias generales fueron inconsistentes: algunos informaron que el natalizumab era más efectivo que fingolimod y otros reportaron eficacia similar para natalizumab y fingolimod. Estos estudios ilustran los desafíos de investigar la EM en el mundo real, incluyendo la subjetividad en la evaluación de algunos resultados clínicos y la heterogeneidad de las metodologías utilizadas y las poblaciones de pacientes investigadas, que limitan las comparaciones entre los estudios. También se destacan las deficiencias en la evidencia disponible en el mundo real para la EM, incluidas las relacionadas con los resultados informados por los pacientes, los resultados clínicos combinados (para medir la efectividad del tratamiento en general) y los costos de atención médica / uso de recursos. Los estudios incluidos proporcionan una buena evidencia de la eficacia real del fingolimod y destacan la diversidad de metodologías utilizadas para evaluar el beneficio del tratamiento en la práctica clínica. Estudios futuros podrían abordar las brechas de evidencia encontradas en la literatura y los retos asociados con la investigación de la EM al diseñar estudios en el mundo real, evaluar los datos y comparar las pruebas entre los estudios.