Los estudios que examinaron el riesgo de herpes zóster (HZ) asociado con inmunosupresores, como biológicos, fármacos antirreumáticos no biológicos modificadores de la enfermedad (nbDMARDs) o corticosteroides, han generado resultados contradictorios. MÉTODOS: Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura entre enero de 1946 y febrero de 2016. Se utilizaron términos de búsqueda relacionados con HZ, artritis reumatoide, psoriasis, artritis psoriásica, lupus eritematoso sistémico o enfermedad inflamatoria intestinal, biológicos, nbDMARDS y corticosteroides. Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) y estudios observacionales que informaron asociaciones entre inmunosupresores y resultados de HZ en adultos. Para los ECA, se utilizó el modelo de efectos fijos de Mantel-Haenszel para estimar las odds ratios agrupadas (OR) y los intervalos de confianza del 95% (IC) para el riesgo de HZ. Para los estudios observacionales, OR ajustado se agruparon por separado utilizando modelos de varianza inversa de efectos aleatorios. RESULTADOS: Los datos se agruparon de 40 ECA elegibles (20136 pacientes) y 19 estudios observacionales (810939 pacientes). Los factores biológicos se asociaron con un mayor riesgo de HZ que el control (ECA: 1,71; IC del 95%: 1,11-2,64; estudios observacionales: OR = 1,58, IC del 95% = 1,39-1,81). En los ECA, el OR de los bloqueadores del factor de necrosis no tumoral (TNF) fue de 2,19 (IC del 95%: 1,20-4,02), pero el de los bloqueantes del TNF no fue significativamente diferente del control. En los estudios observacionales se observaron mayores riesgos de HZ con nbDMARD (OR = 1,21; IC del 95% = 1,15-1,28) y corticosteroides (OR = 1,73; IC del 95% = 1,57-1,89), pero pocos ECA examinaron estas comparaciones. CONCLUSIONES: Los pacientes inmunocomprometidos que recibieron productos biológicos se asociaron con un mayor riesgo de HZ. El riesgo también aumenta con los corticosteroides y los nbDMARDs. Estos hallazgos plantean la cuestión de la profilaxis con la vacuna contra el zóster en pacientes que inician tratamiento inmunosupresor para enfermedades autoinmunes.
OBJETIVO: El metotrexato es un tratamiento eficaz para una variedad de enfermedades inflamatorias. Falta evidencia sobre el riesgo de lesión hepática grave. El objetivo de este estudio fue evaluar el riesgo relativo y la gravedad de la enfermedad hepática entre los pacientes tratados con metotrexato. MÉTODOS: Se realizaron búsquedas en PubMed y en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados del 1 de enero de 1990 al 24 de abril de 2014 para ensayos controlados aleatorios doble ciego de metotrexato frente a agentes comparadores en adultos con artritis reumatoide, psoriasis, artritis psoriásica o enfermedad inflamatoria intestinal. Se excluyeron los estudios con menos de 100 sujetos o con menos de 24 semanas de duración. Dos investigadores investigaron independientemente ambas bases de datos. Todos los autores revisaron los estudios seleccionados. Se compararon las diferencias de riesgo relativo (RR) utilizando el método de efectos aleatorios de Mantel-Haenszel para evaluar eventos adversos hepáticos totales, anomalías menores en las enzimas hepáticas (≤ 3 ULN), anomalías importantes en las enzimas hepáticas (> 3 ULN o retirada del tratamiento) Insuficiencia hepática, fibrosis, cirrosis o muerte. RESULTADOS: Un total de 32 estudios con 13177 participantes cumplieron con los criterios de inclusión. El metotrexato se asoció con un mayor riesgo de eventos hepáticos adversos totales, RR = 2,19 (IC del 95%: 1,73-2,77, I (2) = 68%), así como anomalías menores y mayores de la enzima hepática, RR = 2,16 (95% IC: 1,67-2,79, I (2) = 68%) y RR = 2,63 (IC del 95%: 1,90-3,64, I (2) = 10%), respectivamente. Los pacientes tratados con metotrexato no presentaron riesgo aumentado de insuficiencia hepática, cirrosis o muerte, RR = 0,12 (IC del 95%: 0,01-1,09, I (2) = 0%). Conclusión: Nuestro estudio encontró un aumento del riesgo de elevadas transaminasas pero no insuficiencia hepática, cirrosis o muerte con metotrexato en comparación con otros agentes. No pudimos evaluar la toxicidad hepática a largo plazo debido a la corta duración de los ensayos clínicos incluidos.
Los estudios que examinaron el riesgo de herpes zóster (HZ) asociado con inmunosupresores, como biológicos, fármacos antirreumáticos no biológicos modificadores de la enfermedad (nbDMARDs) o corticosteroides, han generado resultados contradictorios.
MÉTODOS:
Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura entre enero de 1946 y febrero de 2016. Se utilizaron términos de búsqueda relacionados con HZ, artritis reumatoide, psoriasis, artritis psoriásica, lupus eritematoso sistémico o enfermedad inflamatoria intestinal, biológicos, nbDMARDS y corticosteroides. Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) y estudios observacionales que informaron asociaciones entre inmunosupresores y resultados de HZ en adultos. Para los ECA, se utilizó el modelo de efectos fijos de Mantel-Haenszel para estimar las odds ratios agrupadas (OR) y los intervalos de confianza del 95% (IC) para el riesgo de HZ. Para los estudios observacionales, OR ajustado se agruparon por separado utilizando modelos de varianza inversa de efectos aleatorios.
RESULTADOS:
Los datos se agruparon de 40 ECA elegibles (20136 pacientes) y 19 estudios observacionales (810939 pacientes). Los factores biológicos se asociaron con un mayor riesgo de HZ que el control (
ECA:
1,71; IC del 95%: 1,11-2,64; estudios observacionales: OR = 1,58, IC del 95% = 1,39-1,81). En los ECA, el OR de los bloqueadores del factor de necrosis no tumoral (TNF) fue de 2,19 (IC del 95%: 1,20-4,02), pero el de los bloqueantes del TNF no fue significativamente diferente del control. En los estudios observacionales se observaron mayores riesgos de HZ con nbDMARD (OR = 1,21; IC del 95% = 1,15-1,28) y corticosteroides (OR = 1,73; IC del 95% = 1,57-1,89), pero pocos ECA examinaron estas comparaciones.
CONCLUSIONES:
Los pacientes inmunocomprometidos que recibieron productos biológicos se asociaron con un mayor riesgo de HZ. El riesgo también aumenta con los corticosteroides y los nbDMARDs. Estos hallazgos plantean la cuestión de la profilaxis con la vacuna contra el zóster en pacientes que inician tratamiento inmunosupresor para enfermedades autoinmunes.