OBJETIVO: El abacavir uso se ha asociado con el riesgo cardiovascular, pero se desconoce si esta asociación puede explicarse en parte por los pacientes con enfermedad renal siendo tratada preferentemente con abacavir para evitar tenofovir. Nuestro objetivo fue comparar las asociaciones de abacavir y tenofovir con riesgos cardiovasculares en veteranos infectados por el VIH.
DISEÑO: Estudio de cohorte de 10 931 pacientes infectados por el VIH que inician la terapia antirretroviral en la Administración de Salud de Veteranos 1997-2007, utilizando regresión de riesgos proporcionales de supervivencia.
MÉTODOS: predictores primarios fueron la exposición a abacavir o tenofovir en los últimos 6 meses, en comparación con la no exposición a estos fármacos, respectivamente. Los resultados fueron el tiempo hasta el primer evento cardiovascular aterosclerótica, que se define como enfermedad coronaria, cerebrovascular o enfermedad arterial periférica; y el tiempo para la insuficiencia cardiaca incidente.
RESULTADOS: Más de 60 588 personas-años de observación, había 501 cardiovascular y 194 eventos de insuficiencia cardiaca. Las tasas de eventos estandarizadas por edad entre los usuarios de abacavir y tenofovir fueron 12,5 frente a 8,2 por 1000 años-persona para la enfermedad cardiovascular, y 3,9 y 3,7 por 1.000 personas-año para la insuficiencia cardíaca, respectivamente. En los modelos multivariados ajustados, incluyendo medidas de tiempo-actualizado de la función renal, uso reciente abacavir se asoció significativamente con el incidente de enfermedad cardiovascular [hazard ratio 1,48; intervalo de confianza del 95% (IC) 01.08 a 02.04]; la asociación fue similar pero no significativa para la insuficiencia cardíaca (1,45, 0,85 a 2,47). En contraste, el uso reciente tenofovir se asoció significativamente con la insuficiencia cardíaca (1.82, 01.02 a 03.24), pero no con los eventos cardiovasculares (0,78, 0,52 a 1,16).
CONCLUSIÓN: La exposición reciente abacavir se asoció de forma independiente con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares. También se observó una asociación entre la exposición a tenofovir reciente y la insuficiencia cardíaca, la cual debe ser confirmado en estudios futuros.
ANTECEDENTES: Algunos estudios han sugerido que la exposición a la terapia antirretroviral (ART) con abacavir se asocia con un mayor riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM).
MÉTODOS: Usando el Registro de Casos Clínicos de la Administración de Salud de Veteranos, se calculó el riesgo de IAM y eventos cerebrovasculares (ACV) asociados con el uso acumulativo de abacavir y otras combinaciones de nucleósidos. También se evaluó el impacto de la preexistente enfermedad renal crónica en la selección de abacavir frente a tenofovir en el último régimen de ART registrados, y en antirretrovirales IAM y ACV riesgos asociados a la terapia de gran actividad.
RESULTADOS: Un total de 19.424 pacientes infectados por el virus de inmunodeficiencia humana contribuyeron 76.376 pacientes-año de seguimiento. Después de ajustar por edad, la hipercolesterolemia, la hipertensión, la diabetes tipo 2, y el tabaquismo, la razón de riesgo (HR) por cada año de uso de abacavir fue 1,18 (95% intervalo de confianza [IC]: 0,92 a 1,50; P = 0,191) para IAM y 1,16 (95% CI, 0,98 a 1,37; P = 0,096) para CVA. Uso de abacavir fue más frecuente entre los pacientes con enfermedad renal crónica antes de lo que era el uso de tenofovir (12,46% frente a 7,15%, p = 0,0001), y la enfermedad renal crónica se asoció con un riesgo significativamente mayor de IAM (HR, 2,41; IC del 95% , 1,73-3,36), y CVA (HR, 1,80; IC del 95%, 1,44-2,24). En comparación con los pacientes que no recibieron ni tenofovir ni abacavir, los pacientes que recibieron tenofovir tenían menor riesgo de IAM (HR, 0,16; IC del 95%, 0,08-0,33; p = 0,0001) y CVA (HR, 0,22; IC del 95%, desde 0,15 hasta 0,32; P = 0,001). El uso de abacavir se asoció con un menor riesgo de ACV (RR, 0,60; IC del 95%, 0,45-0,79).
CONCLUSIONES: Se observó ninguna asociación entre el uso de abacavir acumulativo o corriente y el IAM o ACV. Uso de abacavir era más común de lo que fue el uso de tenofovir en pacientes con enfermedad renal crónica previa, y la enfermedad renal crónica independientemente predijo mayores tasas de IAM y ACV.
AIMS: Natural history and prognosis of acute coronary syndrome (ACS) in HIV-infected patients remain to be determined. We sought to compare coronary risk factors, angiographic features, acute results of percutaneous coronary intervention, in-hospital outcomes, and pre-specified 1 year prognosis of HIV-infected and HIV-uninfected patients with ACS.
METHODS AND RESULTS: HIV-infected and HIV-uninfected patients with a first episode of ACS were matched for age (±5 years), sex, and type of ACS. The primary endpoint was the rate of major adverse cardiac and cerebral events (MACCE), comprising cardiac death, recurrent ACS, recurrent coronary revascularization, and stroke. Overall, 103 HIV-infected and 195 HIV-uninfected patients were enrolled (mean age 49.0 ± 9.4 years, 94% men). Coronary risk factors were well balanced, but HIV-infected patients more frequently used illicit drugs (23 vs. 6%, P = 0.001) and had higher triglyceride concentrations (246 ± 189 vs. 170 ± 139 mg/dL, P = 0.002) compared with HIV-uninfected patients. Angiographic features of coronary artery disease were similar (multivessel disease 41 vs. 39%, P = 0.96; ACC/AHA type culprit lesion ≥B2, both 77%, P = 0.83). At 1 year, the rate of occurrence of first MACCE did not differ between groups [hazard ratio (HR) 1.4, 95% CI 0.6-3.0]. Recurrent ACS was more frequent in HIV-infected patients (HR 6.5, 95% CI 1.7-23.9) with no difference in the rate of clinical restenosis.
CONCLUSIONS: These results suggest that the acute management of ACS in HIV-infected patients can routinely be the same as that of HIV-uninfected patients, but that specific secondary prevention measures are needed to alleviate the increased risk of recurrent ACS.
BACKGROUND: HIV patients on protease inhibitors have greater risk of acute coronary syndromes (ACS) but little is known about treatment-naïve patients.
METHODS AND RESULTS: Authors conducted a prospective single-center study from Soweto, South Africa, comparing the clinical and angiographic features of treatment-naïve HIV positive and negative patients with ACS. Between March 2004 and February 2008, 30 consecutive treatment-naïve HIV patients with ACS were compared to the next HIV-negative patient as a 1:1 control. HIV patients were younger (43 +/- 7 vs. 54 +/- 13, P = 0.004) and, besides smoking (73% vs. 33%, P = 0.002), had fewer risk factors than the control group with less hypertension (23% vs. 77%, P = 0.0001), diabetes (3% vs. 23%, P = 0.05), LDL hyperlipidemia (2.2 +/- 0.9 vs. 3.0 +/- 1.2, P = 0.006), and other coronary risk factors (7% vs. 53%, P = 0.0001). HDL was lower in the HIV group (0.8 +/- 0.3 vs. 1.1 +/- 0.4, P = 0.001). Atherosclerotic burden was lower in the HIV group with more normal infarct-related arteries (47% vs. 13%, P = 0.005) but a higher degree of large thrombus burden (43% vs. 17%, P = 0.02). Stents were used to a similar degree in HIV and control patients (30% vs. 37%, P = 0.78) with more target lesion revascularization in the HIV group (56% vs. 0%, P = 0.008).
CONCLUSION: Treatment-naïve HIV patients with ACS are younger and have fewer traditional risk factors than HIV-negative patients. HIV patients have less atherosclerotic but higher thrombotic burden which may imply a prothrombotic state in the pathogenesis of ACS in these patients.
ANTECEDENTES: El papel de la exposición a los medicamentos antirretrovirales específicos sobre el riesgo de infarto de miocardio en el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) pacientes infectados se debate en la literatura.
MÉTODOS: Evaluar si se confirmó la asociación entre la exposición a abacavir y el riesgo de infarto de miocardio (IM) y estimar el impacto de la exposición a otros inhibidores nucleósidos de la transcriptasa reversa (INTR), inhibidores de la proteasa (IP), y no INTI en riesgo de MI, se realizó un estudio de casos y controles anidado dentro de la Base de Datos del Hospital Francés sobre el VIH. Los casos (n = 289) fueron pacientes que, entre enero de 2000 y diciembre de 2006, tuvieron un primer definitiva o probable MI prospectiva registrado. Hasta 5 controles (n = 884), de la misma edad, sexo y centro clínico, fueron seleccionados al azar con el reemplazo en pacientes sin antecedentes de infarto de miocardio ya inscrito en la base de datos cuando MI fue diagnosticado en el caso correspondiente. Se utilizaron modelos de regresión logística condicional para ajustar por posibles factores de confusión.
RESULTADOS: A corto plazo / exposición reciente a abacavir se asoció con un mayor riesgo de infarto de miocardio en la muestra general (odds ratio [OR], 2,01; 95% intervalo de confianza [IC]: 1,11 a 3,64), pero no en el subgrupo de emparejado casos y controles (81%) que no usaban cocaína o drogas por vía intravenosa (1,27; 0,64 a 2,49). La exposición acumulada a todos los IP excepto saquinavir se asoció con un mayor riesgo de infarto de miocardio significativo para amprenavir / fosamprenavir con o sin ritonavir (OR, 1,53; IC del 95%, 1,21-1,94 por año) y lopinavir con ritonavir (1,33; 1,09 a 1,61 por año). La exposición a todos los no-INTI no se asoció con el riesgo de infarto de miocardio.
CONCLUSIÓN: El riesgo de IM se incrementó por la exposición acumulativa a todos los inhibidores de la proteasa estudiados excepto saquinavir y particularmente a amprenavir / fosamprenavir con o sin ritonavir y lopinavir con ritonavir, mientras que la asociación con abacavir no puede ser considerado causal.
BACKGROUND: Traditional cardiovascular disease (CVD) risk factors, human immunodeficiency virus (HIV) infection, and antiretroviral (ARV) agents have been associated with CVD events in HIV-infected patients. We investigated the association of low CD4(+) T lymphocyte cell count with incident CVD in a cohort of outpatients treated in 10 HIV specialty clinics in the United States.
METHODS: We studied patients who were under observation from 1 January 2002 (baseline), categorized them according to National Cholesterol Education Program guidelines into 10-year cardiovascular risk score (10-y CVR) groups , and observed them until CVD event, death, last HIV Outpatient Study contact, or 30 September 2009. We calculated rates of incident CVD events and identified associated baseline risk factors using Cox proportional hazard models. We also performed a nested case-control study to examine the association of latest CD4(+) cell count with CVD events.
RESULTS: Among 2005 patients, 148 experienced incident CVD events. CVD incidence increased steadily from 0.4 to 3.0 events per 100 person-years from lowest to highest 10-y CVR group (P < .001). In multivariable Cox analyses adjusted for 10-y CVR, CD4(+) cell count <350 cells/mm(3) was associated with incident CVD events (hazard ratio, 1.58 [95% confidence interval, 1.09-2.30], compared with >500 cells/mm(3)), suggesting an attributable risk of approximately 20%. In the multivariable case-control analyses, traditional CVD risk factors and latest CD4(+) cell count <500 cells/mm(3), but not cumulative use of ARV class or individual drugs, were associated with higher odds of experiencing CVD events.
CONCLUSION: CD4(+) count <500 cells/mm(3) is an independent risk factor for incident CVD, comparable in attributable risk to several traditional CVD risk factors in the HIV Outpatient Study cohort.
ANTECEDENTES. El riesgo de infarto de miocardio (IM) en pacientes con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se ha evaluado en 13 medicamentos contra el VIH en la recopilación de datos sobre eventos adversos de los fármacos anti-VIH (D: A: D) estudio. MÉTODOS. Modelos de regresión de Poisson se ajustaron los factores de riesgo cardiovascular, de cohorte, año calendario, y el uso de otros fármacos antirretrovirales y evaluaron la asociación entre el riesgo de infarto de miocardio y acumulativo (por año) o reciente (actual o en los últimos 6 meses) el uso de medicamentos antirretrovirales, con> 30.000 personas-año de exposición. RESULTADOS. Más de 178.835 personas-año, 580 pacientes desarrollaron MI. No hubo asociación entre el uso de tenofovir, zalcitabina, zidovudina, estavudina o lamivudina y el riesgo de infarto. La exposición reciente a abacavir o didanosina se asoció con un mayor riesgo de infarto de miocardio. No se encontró asociación entre el riesgo de infarto de miocardio y la exposición acumulativa a la nevirapina, efavirenz, nelfinavir o saquinavir. La exposición acumulada al indinavir y lopinavir-ritonavir se asoció con un mayor riesgo de infarto de miocardio (tasa relativo [RR] por año, 1,12 y 1,13, respectivamente). Este aumento del riesgo se atenuaron ligeramente (RR al año, 1,08 [intervalo de confianza del 95% {CI}, 01.02 a 01.14] y [IC del 95%, 01.01 a 01.17] 1,09, respectivamente) después del ajuste de los lípidos, pero no se alteró aún más después del ajuste para otros parámetros metabólicos. CONCLUSIONES. De los fármacos considerados, sólo indinavir, lopinavir-ritonavir, didanosina y abacavir se asociaron con un aumento significativo del riesgo de infarto de miocardio. Al igual que con cualquier estudio observacional, nuestros resultados deben ser interpretados con precaución (dado el potencial de confusión) y en el contexto de los beneficios que estos fármacos proporcionan.
The incidence of myocardial infarction (MI) is lower in France than in English-speaking and northern European countries. We estimated the incidence of MI in the HIV-infected population in France, on the basis of the data from the FHDH-ANRS CO4 cohort, by comparison with the general population. The sex- and age-standardized morbidity ratio was estimated as 1.5 [95% confidence interval (CI) 1.3-1.7] overall, 1.4 (95% CI 1.3-1.6) in men and 2.7 (95% CI 1.8-3.9) in women.
OBJETIVO: Adquirido inmunodeficiencia parece estar asociada con graves sin SIDA (SNA) -Definir condiciones como la enfermedad cardiovascular, el hígado y la insuficiencia renal y tumores malignos no relacionadas con el SIDA. Analizamos la incidencia y los factores asociados con, varios eventos de SNA en la cohorte retrospectivo LATINA.
MATERIAL Y MÉTODOS: Los casos de eventos SNA se registraron entre los pacientes de la cohorte. Tres controles fueron seleccionados para cada caso de miembros de la cohorte en riesgo. Modelos logísticos condicionales se ajustaron para estimar el efecto de los factores de riesgo tradicionales, así como los factores asociados con el VIH en condiciones no definitorias de sida.
RESULTADOS: Entre 6007 pacientes en seguimiento, 130 tenían un evento SNA (0,86 eventos / 100 personas-año de seguimiento) y fueron definidos como los casos (40 con eventos cardiovasculares, de 54 años con insuficiencia hepática grave, 35 con no-SIDA -Definir las neoplasias malignas y dos con insuficiencia renal). Los factores de riesgo como la diabetes, la hepatitis B y las coinfecciones por virus C y el abuso del alcohol mostraron una asociación con eventos, como se esperaba. El último registrado CD4 recuento de células T antes de la fecha índice (P = 0,0056, con una diferencia promedio de más de 100 células / l) y el área bajo la curva de células CD4 en el año anterior a la fecha índice (P = 0,0081) fueron significativamente menor en los casos que en los controles. Recuento de células CD4 en la fecha índice se asoció significativamente con el resultado después de ajustar por factores de riesgo.
Conclusiones: La incidencia y tipo de acontecimientos SNA que se encuentran en esta cohorte de América Latina son similares a los reportados en otras regiones. Se encontró una asociación significativa entre la deficiencia inmune y el riesgo de eventos SNA, incluso en pacientes en tratamiento antirretroviral.
OBJETIVO: El objetivo del estudio fue examinar si la exposición a abacavir aumenta el riesgo de infarto de miocardio (IM).
DISEÑO, Ámbito y sujetos: Se realizó un estudio de cohorte prospectivo nacional que incluyó a todos los pacientes infectados por el VIH danesa en tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) 1995-2005 (N = 2.952). Los datos sobre la hospitalización por infarto de miocardio y la comorbilidad se obtuvieron de bases de datos médicas danesas. Se calcularon las tasas de hospitalización por IM después de la TARGA en los pacientes que utilizaron abacavir y los que no lo hicieron. Se utilizó la regresión de Cox para calcular las razones de tasas de incidencia (IRR) como una medida de riesgo relativo para MI, mientras que el control de posibles factores de confusión (como variables independientes ya través de puntuación de la propensión) incluyendo comorbilidad.
RESULTADOS PRINCIPALES: El riesgo relativo de hospitalización con MI en usuarios de abacavir en comparación con los no usuarios de abacavir.
RESULTADOS: Las tasas de hospitalización para MI eran 2,4 / 1.000 personas-año (PYR) [intervalo de confianza del 95% (IC) 01.07 a 03.04] para los no usuarios de abacavir y 5,7 / 1000 PYR (IC del 95%: 4.1 a 7.9) para los usuarios de abacavir. El riesgo de IM aumentó después de la iniciación de abacavir [IRR no ajustada = 2,22 (IC 95% 1,31-3,76); IRR ajustado por factores de confusión = 2,00 (IC del 95%: 1,10 a 3,64); IRR ajustado por propensity score = (IC del 95%: 1,07 a 3,76) 2,00]. Este efecto también se observó entre los pacientes que inician el abacavir dentro de 2 años después del inicio de la TARGA y los pacientes que iniciaron el abacavir como parte de un nucleósido inhibidor de la transcriptasa reversa (INTR) régimen triple.
CONCLUSIONES: Se confirmó la asociación entre el uso de abacavir y un mayor riesgo de infarto de miocardio. Se necesitan más estudios para controlar los posibles factores de confusión no se mide en la investigación hasta la fecha.
El abacavir uso se ha asociado con el riesgo cardiovascular, pero se desconoce si esta asociación puede explicarse en parte por los pacientes con enfermedad renal siendo tratada preferentemente con abacavir para evitar tenofovir. Nuestro objetivo fue comparar las asociaciones de abacavir y tenofovir con riesgos cardiovasculares en veteranos infectados por el VIH.
DISEÑO:
Estudio de cohorte de 10 931 pacientes infectados por el VIH que inician la terapia antirretroviral en la Administración de Salud de Veteranos 1997-2007, utilizando regresión de riesgos proporcionales de supervivencia.
MÉTODOS:
predictores primarios fueron la exposición a abacavir o tenofovir en los últimos 6 meses, en comparación con la no exposición a estos fármacos, respectivamente. Los resultados fueron el tiempo hasta el primer evento cardiovascular aterosclerótica, que se define como enfermedad coronaria, cerebrovascular o enfermedad arterial periférica; y el tiempo para la insuficiencia cardiaca incidente.
RESULTADOS:
Más de 60 588 personas-años de observación, había 501 cardiovascular y 194 eventos de insuficiencia cardiaca. Las tasas de eventos estandarizadas por edad entre los usuarios de abacavir y tenofovir fueron 12,5 frente a 8,2 por 1000 años-persona para la enfermedad cardiovascular, y 3,9 y 3,7 por 1.000 personas-año para la insuficiencia cardíaca, respectivamente. En los modelos multivariados ajustados, incluyendo medidas de tiempo-actualizado de la función renal, uso reciente abacavir se asoció significativamente con el incidente de enfermedad cardiovascular [hazard ratio 1,48; intervalo de confianza del 95% (IC) 01.08 a 02.04]; la asociación fue similar pero no significativa para la insuficiencia cardíaca (1,45, 0,85 a 2,47). En contraste, el uso reciente tenofovir se asoció significativamente con la insuficiencia cardíaca (1.82, 01.02 a 03.24), pero no con los eventos cardiovasculares (0,78, 0,52 a 1,16).
CONCLUSIÓN:
La exposición reciente abacavir se asoció de forma independiente con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares. También se observó una asociación entre la exposición a tenofovir reciente y la insuficiencia cardíaca, la cual debe ser confirmado en estudios futuros.