ANTECEDENTES: La infección por Clostridium difficile (CDI) puede dar lugar a complicaciones, recurrencia y muerte. Numerosos estudios han evaluado los factores de riesgo para estos resultados desfavorables, pero las revisiones sistemáticas o meta-análisis publicados hasta el momento fueron de alcance limitado o en calidad.
MÉTODOS: Una revisión sistemática se completó según las directrices de PRISMA. Se realizó una búsqueda electrónica en cinco bases de datos. Los estudios publicados hasta octubre de 2013, fueron incluidos si se evaluaron los factores de riesgo de al menos un resultado CDI con el análisis multivariado.
Resultados: 68 estudios fueron incluidos: 24 factores de riesgo evaluados para la recurrencia, 18 para complicada CDI, 8 para el fracaso del tratamiento, y 30 para la mortalidad. La mayoría de los estudios representaron para la mortalidad en la definición de CDI complicada. Se informó de manera incompatible variables importantes, tales como episodios y el uso de antibióticos previos. Se observaron heterogeneidad significativa y limitaciones metodológicas, sobre todo en el tamaño de la muestra, la definición de los resultados y los períodos de seguimiento, lo que impide un meta-análisis. La edad avanzada, el uso de antibióticos después del diagnóstico, el uso de inhibidores de la bomba de protones, y el tipo de cepa fueron los factores de riesgo más frecuentes de recidiva. Edad, leucocitosis, insuficiencia renal mayor y comorbilidades fueron factores de riesgo frecuentes para CDI complicada. Cuando se considera solo, la mortalidad se asoció con la edad, comorbilidades, hipoalbuminemia, leucocitosis, insuficiencia renal aguda, y la infección con ribotipos 027.
CONCLUSIÓN: Los parámetros de laboratorio que se utilizan actualmente en las directrices europeas y estadounidenses para definir pacientes con riesgo de un CDI complicada son adecuados. Estrategias para la gestión de los CDI deben adaptarse de acuerdo con la edad del paciente, los marcadores biológicos de gravedad y comorbilidad.
El objetivo de esta revisión fue evaluar la frecuencia de fracaso del tratamiento y la recurrencia de la infección por Clostridium difficile (CDI) después del tratamiento con vancomicina o metronidazol en estudios realizados recientemente (en los últimos 10 años). Las búsquedas en PubMed y Scopus fueron realizadas por dos revisores de forma independiente. Los datos sobre el fracaso del tratamiento y la recidiva después de metronidazol y tratamiento con vancomicina se extrajeron y analizaron. En total, 39 artículos (7005 pacientes) fueron seleccionados para su inclusión en la revisión sistemática. El fracaso del tratamiento fue de 22,4% reportado con metronidazol (16 estudios) y el 14,2% con vancomicina (8 estudios). Recurrencia de la CDI, presente en el 27,1% de los pacientes tras tratamiento con metronidazol (18 estudios) y el 24,0% de los pacientes después del tratamiento con vancomicina (8 estudios). La media de fracaso del tratamiento y la recurrencia en los estudios seleccionados fue del 22,3% (24 estudios) y el 22,1% (37 estudios). Los resultados informados depende del diseño del estudio (mayor en los estudios de cohorte prospectivos y retrospectivos que en los ensayos controlados aleatorios), la ubicación geográfica del estudio (mayor en Norteamérica que en Europa y Asia), la financiación (más alto en los estudios financiados por sin fines de lucro las organizaciones que las compañías farmacéuticas), con una edad media de la población estudiada (mayor en pacientes de edad avanzada) y la duración del seguimiento (mayor en los estudios con un seguimiento> 1 mes). En conclusión, la infección por C. difficile se asocia con un 22,4% y 14,2% el fracaso del tratamiento y el 27,1% y 24,0% de recurrencia después del tratamiento con metronidazol y vancomicina, respectivamente. La variación de los resultados informados entre los estudios depende del diseño del estudio, la ubicación, la financiación, la edad y el período de seguimiento.
La infección por Clostridium difficile (CDI) puede dar lugar a complicaciones, recurrencia y muerte. Numerosos estudios han evaluado los factores de riesgo para estos resultados desfavorables, pero las revisiones sistemáticas o meta-análisis publicados hasta el momento fueron de alcance limitado o en calidad.
MÉTODOS:
Una revisión sistemática se completó según las directrices de PRISMA. Se realizó una búsqueda electrónica en cinco bases de datos. Los estudios publicados hasta octubre de 2013, fueron incluidos si se evaluaron los factores de riesgo de al menos un resultado CDI con el análisis multivariado. Resultados: 68 estudios fueron incluidos: 24 factores de riesgo evaluados para la recurrencia, 18 para complicada CDI, 8 para el fracaso del tratamiento, y 30 para la mortalidad. La mayoría de los estudios representaron para la mortalidad en la definición de CDI complicada. Se informó de manera incompatible variables importantes, tales como episodios y el uso de antibióticos previos. Se observaron heterogeneidad significativa y limitaciones metodológicas, sobre todo en el tamaño de la muestra, la definición de los resultados y los períodos de seguimiento, lo que impide un meta-análisis. La edad avanzada, el uso de antibióticos después del diagnóstico, el uso de inhibidores de la bomba de protones, y el tipo de cepa fueron los factores de riesgo más frecuentes de recidiva. Edad, leucocitosis, insuficiencia renal mayor y comorbilidades fueron factores de riesgo frecuentes para CDI complicada. Cuando se considera solo, la mortalidad se asoció con la edad, comorbilidades, hipoalbuminemia, leucocitosis, insuficiencia renal aguda, y la infección con ribotipos 027.
CONCLUSIÓN:
Los parámetros de laboratorio que se utilizan actualmente en las directrices europeas y estadounidenses para definir pacientes con riesgo de un CDI complicada son adecuados. Estrategias para la gestión de los CDI deben adaptarse de acuerdo con la edad del paciente, los marcadores biológicos de gravedad y comorbilidad.