Revisiones sistemáticas que incluyen este estudio

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Revisión sistemática

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Revista Mental Health Clinician
Año 2015
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Depression is a burdening disease state where up to 30% of individuals do not respond to first-line treatment. Adjunctive use of psychostimulants has been investigated for the treatment of depression in patient populations, including those with treatment-resistant depression or terminal illness. The purpose of this paper is to present a review of the literature on the efficacy of using methylphenidate to manage depression.A search was conducted in PubMed, Ovid/MEDLINE, and PsychINFO using the following key words: psychostimulants, stimulants, methylphenidate, alternative therapy, depression, and major depressive disorder. All reports included were published before June 30, 2015.For this review 10 reports, including randomized controlled, case series, and retrospective chart review studies, were identified and assessed. Patient populations studied included patients with treatment-resistant depression, patients with terminal illness, geriatric patients, and patients with miscellaneous indications, such as history of stroke and human immunodeficiency virus (HIV), or acquired immune deficiency syndrome (AIDS). For treatment-resistant depression, treatment differences for fatigue and apathy in favor of methylphenidate were found, but no difference was found for response rates in depression. Additionally, in palliative care and hospice patients, methylphenidate was found to improve fatigue and depressive symptoms. Patients with other conditions (poststroke and HIV patients) achieved some relief of depressive symptoms.The efficacy data for methylphenidate in depression are limited, with inconsistent results in specific patient populations that limit external validity. At this time, it should not be recommended as first-line treatment in depression. Future research should be developed focusing on long-term safety and efficacy in nonspecialized patient populations.

Revisión sistemática

No clasificado

Revista Psychology, health & medicine
Año 2011
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Personas con VIH son más propensas a ser diagnosticados con trastorno depresivo mayor que las VIH-negativas. La depresión puede preceder el diagnóstico y se asocia con factores de riesgo de infección. La experiencia de la enfermedad también puede exacerbar los episodios depresivos y la depresión puede ser un efecto secundario al tratamiento. Es necesario una visión sistemática sobre qué intervenciones han sido probadas en individuos VIH-seropositivos y cuáles son efectivas en ellos. Esta revisión tiene como objetivo proporcionar un conocimiento global de las intervenciones evaluadas relacionadas con el VIH y la depresión y proporcionar información en relación a la prevalencia y medición. Métodos sistemáticos estándar de investigación se utilizaron para recopilar la calidad de los trabajos publicados sobre el VIH y la depresión. De la búsqueda, se generaron 1015 artículos y se realizaron búsquedas manuales que resultaron en 90 estudios que cumplían adecuadamente los criterios de inclusión para el análisis. De éstos, 67 (74,4%) se llevaron a cabo en Norteamérica (EE.UU. y Canadá) y 14 (15,5%) en Europa, con una pequeña representación de África, Asia y América del Sur. Sesenta y cinco (65,5%) estudios reclutaron sólo -o en su mayoría- hombres, de los cuales 31 (35%) reclutó a hombres homosexuales o bisexuales. Las tasas de prevalencia de depresión varió de 0 a 80%; las medidas fueron diversas y rara vez se adoptaron los mismos puntos de corte. Veintiún instrumentos estandarizados se utilizaron para medir la depresión. Noventa y nueve intervenciones fueron investigadas. Las intervenciones fueron diversas y, en general, podrían ser categorizadas en psicológicas, psicotrópicas, psicosociales, físicas, intervenciones psicológicas de salud específicas para el VIH e intervenciones en relación al tratamiento del VIH. Las intervenciones psicológicas fueron particularmente eficaces, especialmente las que incorporaban un componente cognitivo-conductual. Las intervenciones psicotrópicas y las específicas para el VIH fueron en general efectivas. La evidencia no es clara con respecto a la efectividad de las terapias físicas, y las intervenciones psicosociales en general eran ineficaces. Las intervenciones que investigaban los efectos de los tratamientos para el VIH y las condiciones asociadas al VIH sobre la depresión en general encontraron que esos tratamientos no aumentaban sino que a menudo disminuían la depresión. Las intervenciones son eficaces y accesibles, aunque nuevas investigaciones sobre la mejor eficacia serían muy útiles. La depresión debe ser rutinariamente evaluada en aquellos con infección por VIH durante el curso de su enfermedad. Los datos específicos sobre las mujeres, jóvenes, hombres heterosexuales, usuarios de drogas y en diversas zonas geográficas son necesarios. La medición de la depresión debe ser armonizada y manejada dentro de los protocolos de atención incorporados.

Revisión sistemática

No clasificado

Revista Cochrane Database of Systematic Reviews
Año 2008
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ANTECEDENTES: La depresión es frecuente, incapacitante, costosa y tratada de manera deficiente. Existen problemas en el actual tratamiento con fármacos de primera línea, antidepresivos, para la depresión moderada o grave. Hay un cuerpo de investigación que ha evaluado el efecto de los psicoestimulantes (PS) en el tratamiento de la depresión. Esto no ha sido revisado sistemáticamente. OBJETIVOS: Determinar la efectividad de los PS en el tratamiento de la depresión y evaluar los eventos adversos asociados a los mismos. ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: El 21/6/2006 se realizaron búsquedas en las bases de datos CCDANCTR-Studies y CCDANCTR-References. Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials), MEDLINE, EMBASE, PsycInfo, AMED, CINAHL, Dissertation Abstracts y en el National Health Service Research Register. CRITERIOS DE SELECCIÓN: Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) que evaluaran la efectividad de los PS. La población del ensayo comprendió a adultos de cualquier sexo con diagnóstico de depresión. OBTENCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS DATOS: Dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente y evaluaron la calidad de los ensayos. Se consideró el metanálisis para ensayos con características clave comparables. El resultado primario fue los síntomas de depresión basados en un resultado continuo, utilizando la diferencia de medias estandarizada (DME), o una medida dicotómica de respuesta clínica, mediante los odds ratios (OR), con intervalos de confianza (IC) del 95%. RESULTADOS PRINCIPALES: Se identificaron 24 ECA. La calidad global de los ensayos fue baja. Se evaluaron cinco fármacos; dexanfetamina, metilfenidato, metilanfetamina, pemolina y modafinilo. El modafinilo se evaluó por separado ya que su farmacología es diferente a la de los otros PS. Los PS fueron administrados como una monoterapia, como complemento, en preparación oral o intravenosa y en comparación con un placebo o un tratamiento activo. La mayoría de los efectos se midieron a corto plazo (hasta cuatro semanas). Trece de los ensayos aportaron datos utilizables para los metanálisis. Tres ensayos (62 participantes) demostraron que los PS orales, como monoterapia, redujeron significativamente los síntomas depresivos a corto plazo en comparación con el placebo (DME -0,87; IC del 95%: -1,40, -0,33; con heterogeneidad no significativa. Se encontró un efecto similar en la fatiga. A corto plazo los PS fueron aceptables y bien tolerados. No se evaluó bien la tolerancia y la dependencia. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en los síntomas de depresión entre el modafinilo y el placebo. CONCLUSIONES DE LOS AUTORES: Hay pruebas de que, a corto plazo, los PS reducen los síntomas de depresión. Aunque esta reducción es estadísticamente significativa, su importancia clínica no es clara. Para comprobar la solidez de estos resultados y explorar qué PS pueden ser más beneficiosos y en qué situación clínica serían óptimos, se necesitan ensayos más grandes de alta calidad con seguimiento y evaluación de tolerancia y de dependencia.