OBJETIVOS: Describir la estrategia terapéutica óptima para el uso de metotrexato en pacientes con AR sobre la dosis inicial, vía de administración, aumento de la dosis y la disminución, la monitorización del paciente, y el uso de ácido fólico / folínico.
Material y método: Once expertos clínicos proponen algunas cuestiones que hay que resolver. Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura. Se seleccionaron los contenidos en una sesión de trabajo y posteriormente validados a través de correo electrónico para establecer el nivel de acuerdo.
RESULTADOS: La dosis inicial de metotrexato no deben ser <10 mg / semana, preferiblemente por vía oral, pero teniendo en cuenta la vía parenteral como una alternativa, debido al cumplimiento, no eficacia del tratamiento o los efectos secundarios gastrointestinales, polifarmacia, la obesidad (si las dosis requeridas son> 20 mg / semana), la preferencia del paciente, enfermedad muy activa, o para evitar los errores de administración. El cambio a una administración parenteral se propone cuando la vía oral no es lo suficientemente eficaz, aparece toxicidad gastrointestinal, existe incumplimiento o por razones de costo-efectividad antes de utilizar medicamentos más caros. Por el contrario, debido a las preferencias del paciente, la intolerancia a las inyecciones, reducción de la dosis <7,5 mg / semana, no eficacia de la ruta, el mal cumplimiento o efectos secundarios gastrointestinales. Debe haber un aumento de la dosis rápida si las respuestas inadecuadas occurr hasta el 15-20 o incluso 25 mg / semana en aproximadamente 8 semanas, con incrementos de 2.5-5mg. La reducción se lleva a cabo de acuerdo con la dosis el paciente tenía, con disminuciones de 2.5-5mg cada 3-6 meses. La monitorización del paciente se debe realizar cada 1-1,5 meses hasta que la estabilidad y luego cada 1-3 meses.
CONCLUSIONES: En este documento se finge resolver algunas preguntas clínicas comunes y facilitar la toma de decisiones en pacientes con AR tratados con metotrexato.
PURPOSE OF REVIEW: Methotrexate (MTX) has been used for the treatment of rheumatoid arthritis (RA) for about three decades now. MTX is one of the most effective and commonly used medicines to treat various forms of arthritis and other rheumatic conditions. MTX was shown to improve signs and symptoms of RA, disease activity and function, to a similar degree as the tumor necrosis factor blockers, and it inhibits radiographic progression to a smaller degree than the antitumor necrosis factor agents. MTX is considered as the anchor drug among the disease-modifying antirheumatic agents, and it is internationally accepted as the first choice in the management of RA. This review was performed on the basis of a PubMed literature search looking at all publications on MTX and arthritis in 2008. RECENT FINDINGS: MTX seems to even prolong the life span of patients who tolerate the drug and have clinical benefit from this therapy; this may partly be explained by beneficial effects on cardiovascular mortality. The reason for this may well be the suppression of inflammation, but direct atheroprotective effects of MTX may also play a role. MTX is used as monotherapy and in combination with other disease-modifying antirheumatic agents or biologic agents such as the antitumor necrosis factor agents. The 'early' use of MTX within 5 years after disease onset is clearly associated with improved outcomes. The management of RA should include an early strong suppression of inflammation and continuously a tight control strategy. The pharmacodynamics and kinetics of MTX are still incompletely understood. SUMMARY: In this review, we especially cover the following themes: new clinical studies on the use of MTX in RA, the use of MTX in other rheumatic conditions, prediction of response to MTX, optimal dosage, MTX use in the elderly, the mechanism of action, the pharmacokinetics and the pharmacogenetics of MTX, the prevention of side effects, and the overall long-term safety.
Describir la estrategia terapéutica óptima para el uso de metotrexato en pacientes con AR sobre la dosis inicial, vía de administración, aumento de la dosis y la disminución, la monitorización del paciente, y el uso de ácido fólico / folínico. Material y método: Once expertos clínicos proponen algunas cuestiones que hay que resolver. Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura. Se seleccionaron los contenidos en una sesión de trabajo y posteriormente validados a través de correo electrónico para establecer el nivel de acuerdo.
RESULTADOS:
La dosis inicial de metotrexato no deben ser <10 mg / semana, preferiblemente por vía oral, pero teniendo en cuenta la vía parenteral como una alternativa, debido al cumplimiento, no eficacia del tratamiento o los efectos secundarios gastrointestinales, polifarmacia, la obesidad (si las dosis requeridas son> 20 mg / semana), la preferencia del paciente, enfermedad muy activa, o para evitar los errores de administración. El cambio a una administración parenteral se propone cuando la vía oral no es lo suficientemente eficaz, aparece toxicidad gastrointestinal, existe incumplimiento o por razones de costo-efectividad antes de utilizar medicamentos más caros. Por el contrario, debido a las preferencias del paciente, la intolerancia a las inyecciones, reducción de la dosis <7,5 mg / semana, no eficacia de la ruta, el mal cumplimiento o efectos secundarios gastrointestinales. Debe haber un aumento de la dosis rápida si las respuestas inadecuadas occurr hasta el 15-20 o incluso 25 mg / semana en aproximadamente 8 semanas, con incrementos de 2.5-5mg. La reducción se lleva a cabo de acuerdo con la dosis el paciente tenía, con disminuciones de 2.5-5mg cada 3-6 meses. La monitorización del paciente se debe realizar cada 1-1,5 meses hasta que la estabilidad y luego cada 1-3 meses.
CONCLUSIONES:
En este documento se finge resolver algunas preguntas clínicas comunes y facilitar la toma de decisiones en pacientes con AR tratados con metotrexato.