BACKGROUND: Rejection and infection can occur after kidney transplantation and are important factors in preserving graft kidney function. The use of immunosuppressant agents in transplantation is therefore important, and the question of which induction therapy should be used as an immunosuppressant is controversial.
OBJECTIVE: The goal of this study was to assess the comparative benefits and harms of various maintenance immunosuppressive induction agents in adults undergoing kidney transplantation by using a network meta-analysis and to generate rankings of the different immunosuppressive regimens according to their safety and efficacy.
METHODS: CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, Science Citation Index Expanded, World Health Organization International Clinical Trials Registry Platform, and trial registers were searched until May 2017 to identify randomized controlled trials on immunosuppression for kidney transplantation.
RESULTS: Twenty-seven studies involving 4484 participants were eligible for analysis. Induction and maintenance treatments were administered for 12 months. There was no evidence of differences in outcomes between therapies on all-cause mortality, graft loss, cytomegalovirus, BK virus, neutropenia, thrombocytopenia, and biopsy-proven acute rejection. However, compared with intravenous basiliximab (an interleukin-2 receptor antagonist [IL-2RA]), the most effective treatments to decrease biopsy-proven acute rejection were intravenous alemtuzumab and rabbit antithymocyte globulin (rATG). The odds ratios were 0.45 (95% confidence interval [CI], 0.29-40.78) and 0.63 (95% CI, 0.42-0.95), respectively. As a side effect, rATG was accompanied by more bacterial infection than the IL-2RA (OR, 1.8 [95% CI, 1.01-2.8]).
CONCLUSIONS: The determination of induction in kidney transplantation is important for future prognosis of the graft kidney. Alemtuzumab and rATG exhibited lower biopsy-proven acute rejection than the IL-2RA. As a side effect, rATG produced frequent bacterial infections.
Los antagonistas del receptor de la interleucina-2 (IL-2RA) han sido ampliamente utilizados en pacientes trasplantados de riñón para prevenir la aparición de rechazo agudo. La eficacia y la seguridad del basiliximab y del daclizumab, los dos IL-2RA más comúnmente utilizados en las clínicas, se han comparado en una serie de ensayos controlados aleatorios, pero no se han extraído conclusiones definitivas. OBJETIVO: Este meta-análisis tuvo como objetivo comparar la eficacia y seguridad de basiliximab y daclizumab en pacientes trasplantados renales. Métodos: Se realizaron búsquedas de palabras clave en Pubmed, Embase y la biblioteca Cochrane. En total, 6 ensayos controlados aleatorios con 509 pacientes fueron incluidos en este metanálisis. Los datos recogidos incluyeron supervivencia del paciente, supervivencia del injerto, rechazo agudo, infección y infección por citomegalovirus. La medida de resultado fue el riesgo relativo de basiliximab frente al daclizumab. RESULTADOS: El tratamiento con basiliximab y daclizumab produjo resultados similares en cuanto al rechazo agudo (intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,09-1,14; IC del 95% a 12 meses, 0,53-1,91), supervivencia del paciente (IC del 95%, 0,97 -1,04), supervivencia del injerto (IC del 95%, 0,98-1,08), infección (IC del 95%, 0,66-1,01) e infección por citomegalovirus (IC del 95%, 0,45-1,14) en el período de seguimiento. No hubo diferencias significativas en la seguridad y la eficacia entre los 2 fármacos. CONCLUSIONES: La seguridad y eficacia de daclizumab y basiliximab son similares en los receptores de trasplante renal.
ANTECEDENTES: interleuquina 2 (antagonistas de los receptores aRIL2) se utilizan como terapia de inducción para la profilaxis del rechazo agudo en receptores de trasplante renal. El uso de aRIL2 ha aumentado constantemente desde su introducción, pero la proporción de los receptores de trasplante de recibir nuevos aRIL2 difiere en todo el mundo, con un 27% de los nuevos receptores de trasplante renal en los Estados Unidos, y el 70% en Australasia recibir aRIL2 en 2007.
OBJETIVOS: identificar sistemáticamente y resumir los efectos del uso de un aRIL2, como una adición a la terapia estándar, o como una alternativa a otra estrategia de inducción inmunosupresora.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: Se realizaron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Riñón, el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL), MEDLINE y EMBASE para identificar nuevos registros, y los autores de los informes incluidos se estableció contacto con una aclaración cuando sea necesario.
CRITERIOS DE SELECCIÓN: Ensayos controlados aleatorios (ECA) en todos los idiomas que comparaban aRIL2 con el placebo, ningún tratamiento o terapia de otra aRIL2 otro anticuerpo.
RECOPILACIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS: Los datos se extrajeron y se evaluaron de forma independiente por dos autores, las diferencias se resolvieron mediante discusión. Los resultados dicotómicos se informaron como riesgo relativo (RR) y los resultados continuos como diferencia de medias ponderada (DMP) con intervalos de confianza del 95% (IC).
RESULTADOS PRINCIPALES: Se incluyeron 71 estudios (306 informes, 10.520 participantes). ¿Dónde aRIL2 se compararon con placebo (32 estudios; 5.854 pacientes) la pérdida del injerto incluso la muerte con un injerto funcionante se redujo en un 25% a los seis meses (16 estudios: RR 0,75, IC 95%: 0,58 a 0,98) y un año (24 estudios: RR 0,75, IC 95%: 0,62 a 0,90), pero no más allá. A un año de rechazo agudo probado por biopsia se redujo en un 28% (14 estudios: RR 0,72, IC 95%: 0,64 a 0,81), y hubo una reducción del 19% en la enfermedad por CMV (13 estudios: RR 0,81, IC 95%: 0,68 a 0,97). Hubo una reducción del 64% en cáncer temprano dentro de seis meses (8 estudios: RR 0,36, IC 95%: 0,15 a 0,86), y de la creatinina fue menor (7 estudios: MD -8,18 mmol / L IC del 95% -14,28 a -2,09), pero estas diferencias no se mantuvieron.
Cuando aRIL2 se compararon con ATG (18 estudios, 1.844 participantes), no hubo diferencia en la pérdida del injerto en cualquier punto del tiempo, o para el rechazo agudo diagnosticado clínicamente, pero el beneficio fue de ATG en la terapia aRIL2 para realizar una biopsia-rechazo agudo probado por un año (8 estudios: RR 1,30, los 95%: 1,01 a 1,67), pero a costa de un aumento del 75% en tumores malignos (7 estudios: RR 0,25 IC del 95%: 0,07 a 0,87) y un aumento del 32% en la enfermedad por CMV (13 estudios: RR 0,68 IC 95% 0.50 a 0.93). La creatinina sérica fue significativamente menor para los pacientes tratados aRIL2 a los seis meses (4 estudios: MD -11,20 mol / L IC del 95% -19,94 a -2,09). ATG pacientes experimentaron significativamente más fiebre, el síndrome de liberación de citoquinas y otras reacciones adversas a la administración del fármaco y más, pero no leucopenia trombocitopenia. No hubo diferencias significativas en los resultados de acuerdo con, ciclosporina o tacrolimus uso azatioprina o micofenolato, o al riesgo de las poblaciones de estudio de línea base para el rechazo agudo. No hubo evidencia de que los efectos eran diferentes en función de si equina o ATG de conejo se utilizó.
CONCLUSIONES DE LOS REVISORES: Teniendo en cuenta el riesgo de un 38% de rechazo, por cada 100 beneficiarios en comparación con ningún tratamiento, nueve ganadores necesitarían tratamiento con aRIL2 para evitar un rechazo receptor tenga, de 42 años para evitar una pérdida del injerto, y 38 para evitar que uno que tiene la enfermedad por CMV en el primer año post-trasplante. En comparación con el tratamiento ATG, ATG puede prevenir algunos casos de rechazo agudo de experimentar, pero 16 beneficiarios tendrían que aRIL2 para evitar que uno que tiene el CMV, pero necesitaría 58 aRIL2 para evitar un tumor maligno que tiene. No hay diferencias aparentes entre basiliximab y daclizumab. ARIL2 son tan efectivos como otros tratamientos de anticuerpos y con considerablemente menos efectos secundarios.
ANTECEDENTES: Los antagonistas del receptor de la interleuquina 2 (IL-2Ra) se utilizan cada vez más para tratar receptores de trasplante renal. Este estudio tiene como objetivo identificar sistemáticamente y resumir los efectos del uso de IL-2Ra como inmunosupresión de inducción, como una adición a la terapia estándar, o como una alternativa a la terapia de otros anticuerpos. MÉTODOS: Se realizaron extensas búsquedas de bases de datos, listas de referencias y resúmenes de actas de conferencias para identificar ensayos controlados aleatorios relevantes en todos los idiomas. Los datos se sintetizaron utilizando el modelo de efectos aleatorios. Los resultados se expresan como riesgo relativo (RR), con intervalos de confianza del 95% (IC). RESULTADOS: Se incluyeron un total de 117 informes de 38 ensayos con 4.893 participantes. Cuando se compararon IL-2Ra con placebo (17 ensayos, 2.786 pacientes), la pérdida de injerto no fue significativamente diferente a 1 año (14 ensayos: RR 0,84; IC 0,64-1,10) o 3 años (4 ensayos: RR 1,08; 1.64). El rechazo agudo se redujo significativamente a los 6 meses (12 ensayos: RR 0,66; IC 0,59-0,74) ya 1 año (10 ensayos: RR 0,67; IC 0,60-0,75). A 1 año, la infección por citomegalovirus (7 ensayos: RR 0,82; IC 0,65-1,03) y malignidad (9 ensayos: RR 0,67; IC 0,33-1,36) no fueron significativamente diferentes. Cuando se comparó la IL-2Ra con otro tratamiento con anticuerpos, no se demostraron diferencias significativas en los efectos del tratamiento, pero la IL-2Ra tuvo significativamente menos efectos secundarios. CONCLUSIONES: Dado un riesgo de rechazo del 40%, siete pacientes necesitarían tratamiento con IL-2Ra además del tratamiento estándar, para evitar que un paciente sufriera rechazo, sin mejoría definitiva en la supervivencia del injerto o del paciente. No hay diferencia aparente entre basiliximab y daclizumab.
Rejection and infection can occur after kidney transplantation and are important factors in preserving graft kidney function. The use of immunosuppressant agents in transplantation is therefore important, and the question of which induction therapy should be used as an immunosuppressant is controversial.
OBJECTIVE:
The goal of this study was to assess the comparative benefits and harms of various maintenance immunosuppressive induction agents in adults undergoing kidney transplantation by using a network meta-analysis and to generate rankings of the different immunosuppressive regimens according to their safety and efficacy.
METHODS:
CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, Science Citation Index Expanded, World Health Organization International Clinical Trials Registry Platform, and trial registers were searched until May 2017 to identify randomized controlled trials on immunosuppression for kidney transplantation.
RESULTS:
Twenty-seven studies involving 4484 participants were eligible for analysis. Induction and maintenance treatments were administered for 12 months. There was no evidence of differences in outcomes between therapies on all-cause mortality, graft loss, cytomegalovirus, BK virus, neutropenia, thrombocytopenia, and biopsy-proven acute rejection. However, compared with intravenous basiliximab (an interleukin-2 receptor antagonist [IL-2RA]), the most effective treatments to decrease biopsy-proven acute rejection were intravenous alemtuzumab and rabbit antithymocyte globulin (rATG). The odds ratios were 0.45 (95% confidence interval [CI], 0.29-40.78) and 0.63 (95% CI, 0.42-0.95), respectively. As a side effect, rATG was accompanied by more bacterial infection than the IL-2RA (OR, 1.8 [95% CI, 1.01-2.8]).
CONCLUSIONS:
The determination of induction in kidney transplantation is important for future prognosis of the graft kidney. Alemtuzumab and rATG exhibited lower biopsy-proven acute rejection than the IL-2RA. As a side effect, rATG produced frequent bacterial infections.