ANTECEDENTES: Muchos anticonceptivos hormonales se han asociado con cambios en el metabolismo de hidratos de carbono. Las alteraciones pueden incluir tolerancia a la glucosa disminuida y una mayor resistencia a la insulina, que son factores de riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad cardiovascular. Estas cuestiones se han planteado principalmente con anticonceptivos que contienen estrógeno.
OBJETIVOS: Evaluar el efecto de los anticonceptivos hormonales sobre el metabolismo de los carbohidratos en mujeres sanas y aquellos en riesgo de diabetes debido al sobrepeso.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: En abril de 2014, se realizaron búsquedas en la bases de datos MEDLINE, POPLINE, CENTRAL y LILACS para los estudios de los anticonceptivos hormonales y el metabolismo de los hidratos de carbono. También se buscaron ensayos clínicos en ClinicalTrials.gov y ICTRP. La búsqueda inicial incluyó también EMBASE.
Criterios de selección: Se consideraron todos los ensayos controlados aleatorios que examinaron el metabolismo de los carbohidratos en mujeres sin diabetes que utilizan anticonceptivos hormonales para la anticoncepción. Las comparaciones podrían ser un placebo, un anticonceptivo no hormonal, u otro anticonceptivo hormonal que con fármacos, dosis, o régimen. Las intervenciones incluyeron al menos tres ciclos. Los resultados incluyeron medidas de glucosa e insulina.
Recopilación y análisis de datos: Se evaluaron todos los títulos y resúmenes identificados durante las búsquedas bibliográficas. Los datos se extrajeron y se introdujeron en RevMan. Se escribió a los investigadores para obtener datos faltantes. Para las variables continuas, la diferencia de medias (DM) se calcula con un intervalo de confianza del 95% (IC) mediante un modelo de efectos fijos. Para los resultados dicotómicos, se calculó el odds ratio de Peto con IC del 95%.
Resultados principales: Se encontraron 31 ensayos que cumplieron los criterios de inclusión. No hay nuevos ensayos fueron elegibles en 2014. Veintiún ensayos anticonceptivos orales combinados en comparación (AOC); otros examinaron diferentes regímenes de AOC, píldoras sólo de progestina, inyectables, un anillo vaginal, y los implantes. Ninguno incluyó un placebo. De 34 comparaciones, ocho tenían ninguna diferencia notable entre los grupos de estudio en un resultado.
Doce ensayos estudiaron AOC que contienen desogestrel, y las pocas diferencias de levonorgestrel AOC fueron inconsistentes. Un meta-análisis de dos estudios mostraron el grupo desogestrel tuvo una media de glucosa en ayunas mayor (DM 0,20; IC del 95%: 0,00 a 0,41). Cuando los datos no se pudieron combinar, estudios individuales mostraron glucosa en ayunas menor media (DM -0,40; IC del 95%: -0,72 a -0,08) y los medios más altos para respuesta de la glucosa de dos horas (DM 1,08; IC del 95%: 0,45 a 1,71) y la insulina área bajo la curva (AUC) (MD 20,30; IC del 95% 4,24 a 36,36).
Tres ensayos evaluaron el anillo vaginal de etonogestrel y uno examinaron un implante de etonogestrel. Un ensayo mostró que el grupo de anillo tenía insulina AUC media inferior que en el grupo de levonorgestrel COC (DM -204,51; IC del 95%: -389,64 a -19,38).
De los ocho ensayos de preparaciones de noretisterona, cinco compararon AOC y tres inyectables comparados. En un ensayo COC, un grupo de noretisterona tenía cambio promedio menor en la glucosa de respuesta de dos horas que un grupo de levonorgestrel COC (DM -0,30; IC del 95%: -0,54 a -0,06). En un estudio inyectable, un grupo usando acetato de medroxiprogesterona de depósito tenía medios más altos que el grupo con el enantato de noretisterona para la glucosa en ayunas (DM 10,05; IC del 95%: 3,16 a 16,94), la glucosa de respuesta de dos horas (MD 17,00; IC del 95%: 5,67 a 28,33 ), y la insulina en ayunas (MD 3,40; IC del 95%: 2,07 a 4,73).
Entre cinco ensayos recientes, dos analizaron nuevos AOC con diferentes tipos de estrógeno. Uno mostró el grupo con acetato nomegestrel más 17β-estradiol tenía medios más bajos que el grupo de levonorgestrel para la glucosa valor AUC (DM -1,43; IC del 95%: -2,55 a -0,31) y la hemoglobina glicosilada (HbA1c) (DM -0,10; IC del 95% -0,18 a -0,02). Dos ensayos compararon extendidos frente a regímenes (cíclicos) convencionales. Con un COC dienogest, un grupo de un uso prolongado tuvo mayor cambio medio en AUC glucosa (DM 82,00; IC del 95%: 10,72 a 153,28). En un pequeño ensayo utilizando dos AOC levonorgestrel, el grupo de dosis más baja mostró un cambio menor media de la glucosa en ayunas (DM -3,00; IC del 95%: -5,89 a -0,11), pero las mujeres de peso normal y obesas no difirió significativamente.
Conclusiones de los revisores: La evidencia actual sugiere que no hay grandes diferencias en el metabolismo de los hidratos de carbono entre los diferentes anticonceptivos hormonales en las mujeres sin diabetes. No podemos hacer fuertes declaraciones debido a que tiene pocos estudios que compararon los mismos tipos de anticonceptivos. Muchos ensayos tuvieron un escaso número de participantes y algunos tuvieron grandes pérdidas. Muchos de los estudios anteriores tenían informes limitados de métodos.
Todavía sabemos muy poco acerca de las mujeres en riesgo de problemas metabólicos debido al sobrepeso. Más de la mitad de los ensayos tenía restricciones de peso como criterios de inclusión. Sólo un ensayo pequeño estratificó los grupos por el índice de masa corporal (obesidad frente normal).
Antecedentes: La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas en todo el mundo. La eficacia de los anticonceptivos hormonales puede estar relacionada con los cambios metabólicos en la obesidad o con una mayor masa corporal o grasa corporal. Los anticonceptivos hormonales incluyen anticonceptivos orales (CO), inyectables, implantes, anticoncepción intrauterina hormonal (IUC), el parche transdérmico y el anillo vaginal. Dada la prevalencia de sobrepeso y obesidad, el impacto en la salud pública de cualquier efecto sobre la eficacia anticonceptiva podría ser sustancial. OBJETIVOS: Examinar la efectividad de los anticonceptivos hormonales en la prevención del embarazo entre las mujeres con sobrepeso u obesidad en comparación con las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) inferior o con peso. Métodos de búsqueda: Hasta el 4 de agosto de 2016, se realizaron búsquedas en PubMed (MEDLINE), CENTRAL, POPLINE, Web of Science, ClinicalTrials.gov e ICTRP. Examinamos listas de referencias de artículos pertinentes para identificar otros estudios. Para la revisión inicial, escribimos a los investigadores para encontrar estudios adicionales publicados o no publicados. CRITERIOS DE SELECCIÓN: Todos los diseños de estudio eran elegibles. El estudio podría haber examinado cualquier tipo de anticonceptivo hormonal. Los informes tenían que contener información sobre los métodos anticonceptivos específicos utilizados. El resultado primario fue el embarazo. Las mujeres con sobrepeso u obesidad deben haber sido identificadas por un análisis de corte de peso o IMC (kg / m2). Recopilación y análisis de datos: Dos autores extrajeron de forma independiente los datos. Uno introdujo los datos en RevMan y una segunda precisión verificada. Las principales comparaciones fueron entre mujeres con sobrepeso u obesidad y mujeres de menor peso o IMC. Examinamos la calidad de la evidencia utilizando la Escala de Evaluación de Calidad Newcastle-Ottawa. Donde disponible, incluimos las tarifas de la tabla de vida. También se usaron tasas de embarazo no ajustadas, riesgo relativo (RR), o proporción de tasas cuando éstos fueron los únicos resultados proporcionados. Para las variables dicotómicas, se calculó una odds ratio con intervalo de confianza del 95% (IC). RESULTADOS PRINCIPALES: Con 8 estudios agregados en esta actualización, 17 cumplieron con nuestros criterios de inclusión y tuvieron un total de 63.813 mujeres. Nos centramos aquí en 12 estudios que proporcionaron pruebas de alta, moderada o baja calidad. La mayoría no mostró un mayor riesgo de embarazo entre las mujeres con sobrepeso u obesidad. De cinco estudios de COC, dos hallaron que el IMC estaba asociado con el embarazo pero en diferentes direcciones. Con un OC que contiene acetato de noretindrona y etinilestradiol (EE), el riesgo de embarazo fue mayor para las mujeres con sobrepeso, es decir, con IMC ≥ 25 frente a aquellas con IMC <25 (riesgo relativo 2,49; IC del 95%: 1,01 a 6,13). Por el contrario, un ensayo que utilizó un CO con levonorgestrel y EE informó un índice de perlas de 0 para las mujeres obesas (IMC ≥ 30) frente a 5,59 para las mujeres no obesas (IMC <30). El mismo ensayo probó un parche transdérmico que contenía levonorgestrel y EE. Dentro del grupo de parches, las mujeres obesas en el subgrupo "compatible con el tratamiento" tenían un índice de perlas más alto que las mujeres no obesas (4,63 versus 2,15). De cinco estudios de implante, dos que examinaron el implante de seis cápsulas de levonorgestrel mostraron diferencias en el embarazo en peso. Un estudio mostró que un mayor peso se asoció con una mayor tasa de embarazo en los años 6 y 7 combinados (informó P <0,05). En el otro, las tasas de embarazo diferían en el año 5 entre los grupos de menor peso solamente (informó P <0,01) y no involucraban mujeres con un peso de 70 kg o más. El análisis de datos de otros métodos anticonceptivos no indicó asociación del embarazo con sobrepeso u obesidad. Éstos incluyeron el acetato de medroxiprogesterona de depósito (subcutáneo), el IUC de levonorgestrel, el implante de levonorgestrel de dos varillas y el implante de etonogestrel. Conclusiones de los autores: Las pruebas generalmente no indican una asociación entre mayor IMC o el peso y la eficacia de los anticonceptivos hormonales. Sin embargo, encontramos pocos estudios para la mayoría de los métodos anticonceptivos. Los estudios que utilizan el IMC, en lugar del peso solo, pueden proporcionar información sobre si la composición corporal está relacionada con la eficacia anticonceptiva. Los métodos anticonceptivos examinados aquí están entre los más eficaces cuando se usan de acuerdo con el régimen recomendado. Consideramos que la calidad general de la evidencia es baja para los objetivos de esta revisión. Informes más recientes proporcionaron pruebas de calidad variable, mientras que la calidad era generalmente baja para estudios más antiguos. Para muchos ensayos la calidad sería mayor para su propósito original en lugar de las comparaciones no aleatorias aquí. Los investigadores deben considerar el ajuste para posibles factores de confusión relacionados con el IMC o la eficacia anticonceptiva. Los estudios más recientes incluyeron una mayor proporción de mujeres con sobrepeso u obesidad, lo que ayuda a examinar la efectividad y los efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales dentro de esos grupos.
ANTECEDENTES: El aumento de peso es a menudo considerado como un efecto secundario de los anticonceptivos hormonales combinados, y muchas mujeres y los médicos creen que existe una asociación. La preocupación por el aumento de peso puede limitar el uso de este método anticonceptivo muy eficaz puede impedir el inicio de su uso y causando la interrupción temprana entre los usuarios. Sin embargo, una relación causal entre los anticonceptivos combinados y el aumento de peso no se ha establecido.
OBJETIVOS: El objetivo de la revisión fue evaluar la posible asociación entre el uso y los cambios de peso anticonceptivo combinado.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: En noviembre de 2013, se realizaron búsquedas en las bases de datos electrónicas en CENTRAL (The Cochrane Library), MEDLINE, POPLINE, EMBASE y LILACS para los estudios de los anticonceptivos combinados, así como ClinicalTrials.gov y ensayos clínicos Plataforma de registros internacionales (ICTRP). Para la revisión inicial, también escribió a los investigadores conocidos y los fabricantes para solicitar información sobre otros ensayos publicados o no publicados no descubiertos en nuestra búsqueda.
Criterios de selección: Todos en idioma Inglés, los ensayos controlados aleatorios fueron elegibles si tenían al menos tres ciclos de tratamiento y se compararon un anticonceptivo combinado con un placebo o un anticonceptivo combinado con fármacos, dosis, régimen o duración del estudio.
Recopilación y análisis de datos: Todos los títulos y resúmenes localizados en las búsquedas bibliográficas se evaluaron. Los datos fueron introducidos y analizados con RevMan. Un segundo autor verificó los datos introducidos. Para los datos continuos, se calculó la diferencia de medias y el intervalo de confianza del 95% (IC) para el cambio medio en peso entre las mediciones iniciales y después del tratamiento mediante un modelo de efectos fijos. Para los datos categóricos, como la proporción de mujeres que aumentaron o disminuyeron más de una determinada cantidad de peso, se calculó el odds ratio de Peto con IC del 95%.
Resultados principales: Se encontraron 49 ensayos que cumplieron los criterios de inclusión. Los ensayos incluyeron 85 comparaciones de cambio de peso de 52 pares anticonceptivos distintos (o placebos). Los cuatro ensayos con un placebo o ningún grupo de intervención no encontraron pruebas que apoyen una asociación causal entre los anticonceptivos combinados orales o un parche transdérmico combinado y el cambio de peso. La mayoría de las comparaciones de diferentes anticonceptivos combinados no mostraron una diferencia sustancial en el peso. Además, la interrupción de los anticonceptivos combinados debido al cambio de peso no difirió entre los grupos en los que se estudió.
Conclusiones de los revisores: La evidencia disponible era insuficiente para determinar el efecto de los anticonceptivos combinados sobre el peso, pero sin gran efecto fue evidente. Ensayos para evaluar la relación entre los anticonceptivos combinados y el cambio de peso requieren un placebo o grupo no hormonal para el control de otros factores, incluyendo cambios en el peso con el tiempo.
ANTECEDENTES: La preocupación por los estrógenos relacionados con efectos adversos ha llevado a una reducción progresiva de la dosis de estrógeno en los anticonceptivos orales combinados (AOC). Sin embargo, la reducción de la cantidad de estrógeno para mejorar la seguridad podría ocasionar una disminución en la eficacia anticonceptiva y cambios inaceptables en los patrones de sangrado.
OBJETIVOS: Para probar la hipótesis de que los AOC que contienen ≤ 20 mg de etinil estradiol (EE) funcionan de manera similar como los que contienen> 20 g en términos de eficacia anticonceptiva, los patrones de sangrado, la interrupción y los efectos secundarios.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: En julio de 2013, se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE y POPLINE y examinaron las referencias de los estudios potencialmente elegibles. También se realizaron búsquedas de ensayos clínicos recientes con ClinicalTrials.gov e ICTRP. No hay nuevos ensayos cumplieron los criterios de inclusión. Búsquedas anteriores incluyen EMBASE. Para la revisión inicial, que escribió a los fabricantes de anticonceptivos orales para identificar los ensayos.
Criterios de selección: Los informes de Inglés-idioma de los ensayos controlados aleatorios fueron elegibles que comparan un AOC que contienen ≤ 20 mg EE con un contenido> 20 mg EE COC. Se excluyeron los estudios en los que las intervenciones fueron diseñadas para ser administradas durante menos de tres ciclos consecutivos o para ser utilizados principalmente como tratamiento para enfermedades no anticonceptivos. Los ensayos tenían que informar sobre la eficacia anticonceptiva, los patrones de sangrado, la interrupción juicio debido a razones relacionadas con el sangrado u otros efectos secundarios, o los efectos secundarios que se deben incluir en la revisión.
Recopilación y análisis de datos: Un autor evaluó todos los títulos y resúmenes de las búsquedas en la literatura para determinar si cumplían con los criterios de inclusión. Dos autores extrajeron de forma independiente los datos de los estudios identificados para su inclusión. Se escribió a los investigadores cuando se necesita información adicional. Los datos fueron introducidos y analizados con RevMan.
Resultados principales: No se encontraron diferencias en la efectividad anticonceptiva para los 13 pares de AOC para los que se informó este resultado. En comparación con las píldoras de estrógeno más altos-, varios AOC que contienen 20 mcg de EE se tradujo en mayores tasas de interrupción temprana del ensayo (general y debido a eventos adversos como sangrado irregular), así como un mayor riesgo de trastornos hemorrágicos (tanto amenorrea o sangrado infrecuente e irregular , prolongado, sangrado frecuente o sangrado o manchado).
Conclusiones de los revisores: Aunque los AOC que contienen 20 mg EE pueden ser teóricamente más seguros, esta revisión no se centró en los acontecimientos infrecuentes necesarios para evaluar esta hipótesis. Los datos de ensayos controlados aleatorios existentes no son suficientes para detectar posibles diferencias en la efectividad anticonceptiva. Bajas dosis de estrógenos AOC resultó en mayores tasas de trastornos en el patrón de sangrado. Sin embargo, la mayoría de los ensayos compararon AOC que contienen diferentes tipos de progestina, y los cambios en los patrones de sangrado podría estar relacionada con el tipo de progestina, así como la dosis de estrógenos. Las mayores tasas de seguimiento son esenciales para la interpretación significativa de los resultados.
ANTECEDENTES: El componente progestágeno de los anticonceptivos orales (AOC) ha cambiado desde que se reconoció por primera vez que sus estructuras químicas podrían influir en el espectro de efectos adversos leves y beneficiosos. Los determinantes principales de la eficacia son el cumplimiento y la continuación, que pueden estar influenciados por el control del ciclo y los efectos secundarios frecuentes. La justificación de esta revisión es proporcionar una comparación sistemática de los AOC que contienen progestágenos y que actualmente se utilizan en todo el mundo.
OBJETIVOS: Comparar los AOC de dosis baja actualmente disponibles que contienen etinilestradiol y diferentes progestágenos en cuanto a la eficacia anticonceptiva, el control del ciclo, los efectos secundarios y las tasas de continuación.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: Se hizo una búsqueda en las bases de datos PubMed, LILACS, EMBASE, Popline, CINAHL y en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) en septiembre 2010 para actualizar la revisión de 2004.
CRITERIOS DE SELECCIÓN: Se consideraron para su inclusión todos los ensayos controlados con asignación aleatoria que informaron medidas de resultado clínicas. Se excluyeron los estudios que compararon píldoras monofásicas con píldoras polifásicas, los ensayos cruzados (crossover), los ensayos en los cuales la diferencia en el contenido total de etinilestradiol entre las preparaciones excedió los 105 µg por ciclo y los que compararon regímenes de dosis continuas.
OBTENCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS DATOS: Dos revisores, de forma independiente, evaluaron la calidad metodológica, aplicaron los criterios de inclusión y extrajeron los datos.
RESULTADOS PRINCIPALES: Se incluyeron 30 ensayos con un total de 13 923 participantes, generando 16 comparaciones. En general la calidad de los ensayos fue deficiente. Sólo cuatro ensayos fueron doble ciego. Al menos 23 ensayos fueron patrocinados por compañías farmacéuticas Hubo menos interrupción con los progestágenos monofásicos de segunda generación en comparación con los de primera generación (3 ensayos, 2 709 mujeres; riesgo relativo [RR] 0,76, intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,67 a 0,86); que permaneció significativa cuando sólo se consideraron los ensayos doble ciego (812 mujeres; RR 0,79, IC del 95%: 0,66 a 0,94).
Las mujeres que utilizaron AOC monofásicos que contenían progestágenos de tercera generación tuvieron una menor probabilidad de interrupción que el grupo de segunda generación (3 ensayos, 1 815 mujeres; RR 0,77, IC del 95%: 0,60 a 0,98) pero dejó de ser significativo cuando sólo se consideraron los ensayos doble ciego (RR 0,79, IC del 95%: 0,50 a 1,26). Las mujeres del grupo de tercera generación presentaron menos hemorragia intermenstrual que el grupo de segunda generación (un ensayo doble ciego, 456 mujeres; RR 0,71, IC del 95%: 0,55 a 0,91).
Comparado con el desogestrel (DSG), las mujeres del grupo de drospirenona (DRSP) tuvieron una mayor probabilidad de informar sensibilidad mamaria (cinco ensayos, 4 258 mujeres; RR 1,39, IC del 95%: 1,04 a 1,86) y náuseas (6 ensayos, 4 701 mujeres; RR 1,46, IC del 95%: 0,96 a 2,21).
En general las tasas de embarazo fueron comparables pero los ensayos no tuvieron poder estadístico suficiente para encontrar diferencias potencialmente importantes.
CONCLUSIONES DE LOS AUTORES: Las mujeres que utilizan AOC que contienen progestágenos de segunda generación pueden tener menores probabilidades de interrupción que las que utilizan AOC que contienen progestágenos de primera generación. Según un ensayo doble ciego pequeño, los progestágenos de tercera generación pueden ser preferibles a las preparaciones de segunda generación con respecto a los patrones de hemorragia, pero se necesitan pruebas adicionales. No se pueden hacer comparaciones entre las diversas “generaciones” de progestágenos utilizados en los AOC sin realizar un cegamiento con respecto al grupo de tratamiento. Hasta que se supere este defecto metodológico generalizado al realizar mejores ensayos que cumplan las guías CONSORT y las definiciones internacionalmente aceptadas, no se pueden establecer conclusiones adicionales.
ANTECEDENTES: Los anticonceptivos combinados inyectables proporcionan un método altamente eficaz y reversible para la prevención del embarazo, y no requieren administración diaria o uso en el momento del coito. Aunque se utilizan en muchos países, su aceptabilidad puede limitarse por las características del método, como la necesidad de una inyección mensual o cambios en el tipo de hemorragia.
OBJETIVOS: Evaluar la eficacia anticonceptiva, los tipos de hemorragia, la interrupción, las preferencias de los usuarios y los efectos secundarios de los anticonceptivos combinados inyectables.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: Se realizaron búsquedas en las bases de datos electrónicas para identificar ensayos controlados aleatorios de anticonceptivos combinados inyectables.
CRITERIOS DE SELECCIÓN: Se consideraron elegibles los ensayos controlados aleatorios informados en cualquier idioma, que comparasen un anticonceptivo combinado inyectable con otro método anticonceptivo (por ejemplo, un segundo anticonceptivo combinado inyectable, un anticonceptivo inyectable con sólo progestina, otro anticonceptivo hormonal o método de barrera) o placebo. La revisión se limitó a los anticonceptivos combinados inyectables que se comercializan actualmente.
RECOPILACIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS: El revisor principal evaluó todos los títulos y resúmenes identificados a partir de las búsquedas bibliográficas para una potencial inclusión. Dos revisores de forma independiente extrajeron los datos de los ensayos elegibles. Los datos sobre la eficacia anticonceptiva, los tipos de hemorragia, la continuación y los efectos secundarios se introdujeron y analizaron con RevMan 4.2.
RESULTADOS PRINCIPALES: Los anticonceptivos combinados inyectables incluyen 25 mg de acetato de medroxiprogesterona de liberación prolongada (DMPA) más 5 mg de cipionato de estradiol (EC); 50 mg de enantato de noretisterona (NET-EN) más 5 mg de valerato de estradiol (EV). Estos anticonceptivos combinados inyectables resultaron en tasas más bajas de interrupción temprana del estudio por amenorrea u otros problemas de hemorragias, pero mostraron tasas más altas de interrupción por otras razones en comparación con los anticonceptivos de sólo progestina.
Los estudios que compararon dos anticonceptivos combinados inyectables hallaron que 50 mg de NET-EN más 5 mg de EV resultó en una menor interrupción temprana en general y una menor interrupción por amenorrea o hemorragia prolongada que 25 mg de DMPA más 5 mg de EC. Sin embargo, estas diferencias no se detectaron en todos los ensayos que estudiaron esta comparación. El grupo de NET-EN más EV también presentó más hemorragias cíclicas (regulares) y menos períodos de referencia de hemorragias prolongadas que el grupo de DMPA más EC. No hubo diferencias en las tasas de amenorrea entre los grupos.
CONCLUSIONES DE LOS AUTORES: Aunque las tasas de interrupción pueden considerarse una medida de aceptabilidad del método, los resultados deben interpretarse con cuidado ya que las tasas de interrupción dependen de muchos factores. La investigación futura debe orientarse a intervenciones que mejoren la aceptabilidad de los anticonceptivos combinados inyectables, como la colocación de inyecciones en ámbitos más convenientes que los clínicos, los métodos para que las mujeres se coloquen sus propias inyecciones y el asesoramiento sobre los posibles cambios en el tipo de hemorragia.
ANTECEDENTES: Los efectos secundarios causados por los anticonceptivos orales desaniman el cumplimiento y la continuación del tratamiento con los mismos. SE HAN UTILIZADO TRES ENFOQUES PARA DISMINUIR ESTOS EFECTOS ADVERSOS: reducción de la dosis de esteroides, desarrollo de nuevos esteroides, y nuevas fórmulas y programas de administración. LA TERCERA ESTRATEGIA DIO LUGAR A LA PÍLDORA CONTRACEPTIVA ORAL BIFÁSICA
OBJETIVOS: Comparar los anticonceptivos orales bifásicos con los anticonceptivos orales monofásicos en términos de eficacia, control del ciclo y discontinuación debido a efectos secundarios. LAS HIPÓTESIS A PRIORI ERAN: (a) los anticonceptivos orales bifásicos son menos efectivos para prevenir el embarazo en comparación con los anticonceptivos orales monofásicos; (b) los anticonceptivos orales bifásicos causan más efectos secundarios, dan el control de ciclos más deficiente y tienen tasas de continuación más bajas.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: Se realizaron búsquedas en las bases de datos electrónicas MEDLINE, EMBASE, POPLINE, LILACS y CENTRAL. Además, se hicieron búsquedas en las listas de referencias de todos los artículos potencialmente relevantes y capítulos de libros También se estableció contacto con autores de estudios relevantes y compañías farmacéuticas en Europa y en EE.UU.
CRITERIOS DE SELECCIÓN: Se incluyeron ensayos controlados aleatorios que compararon cualquier anticonceptivo oral bifásico con cualquier anticonceptivo oral monofásico en aquellos casos donde se utilizaron para prevenir el embarazo.
RECOPILACIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS: Se examinaron los estudios encontrados durante las diversas búsquedas bibliográficas para su posible inclusión; se evaluó la metodología de dichos estudios mediante las directivas Cochrane. Se estableció contacto con los autores de todos los estudios incluidos y de los estudios posiblemente aleatorios para obtener información adicional acerca de los métodos y los resultados de los mismos. Los datos se introdujeron en RevMan, y se calcularon los odds-ratios de Peto para la incidencia de hemorragia intermenstrual, ausencia de sangrado por privación e interrupción del estudio debido a hemorragia intermenstrual.
RESULTADOS PRINCIPALES: Sólo un ensayo de calidad limitada comparó una preparación bifásica y monofásica. Percival-Smith 1990 examinaron 533 ciclos de usuarias de una píldora bifásica (500 µcg de noretindrona/35 µcg de etinilestradiol durante 10 días, seguidos de 1000 µcg de noretindrona/35 µcg de etinilestradiol durante 11 días; Ortho 10/11) y 481 ciclos de usuarias de una píldora anticonceptiva monofásica (1500 µcg de acetato de noretindrona/30 µcg de etinilestradiol diariamente; Loestrin). El estudio no encontró diferencias significativas entre las píldoras contraceptivas orales bifásicas y las monofásicas en lo que respecta a hemorragia intermenstrual, amenorrea y discontinuación del estudio debido a hemorragia intermenstrual.
CONCLUSIONES DE LOS AUTORES: Las conclusiones están limitadas por la identificación de solamente un ensayo, las deficiencias metodológicas de dicho ensayo y la ausencia de datos sobre embarazos accidentales. Sin embargo, el ensayo no encontró diferencias importantes en los patrones de hemorragia entre las preparaciones bifásicas y monofásicas estudiadas. Debido a que no existe una base racional clara para el uso de píldoras bifásicas y a que se dispone de numerosas pruebas a favor de las píldoras monofásicas, se prefieren estas últimas.
ANTECEDENTES: Los efectos secundarios causados por los anticonceptivos orales desaniman el cumplimiento y la continuación del tratamiento con los mismos. Se sugirió un incremento de la hemorragia periovulatoria como desventaja de las píldoras anticonceptivas orales bifásicas en comparación con las trifásicas. Esta revisión sistemática se llevó a cabo para examinar esta potencial desventaja.
OBJETIVOS: Comparar anticonceptivos orales bifásicos con trifásicos en términos de eficacia, control del ciclo e interrupción debido a los efectos secundarios.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA: Se realizaron búsquedas en MEDLINE, EMBASE, POPLINE, LILACS y CENTRAL. Además, se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los artículos y capítulos de libros pertinentes. También se contactó con autores de estudios relevantes y compañías farmacéuticas en Europa y en EE.UU.
CRITERIOS DE SELECCIÓN: Se incluyeron ensayos controlados con asignación al azar que comparan cualquier anticonceptivo oral bifásico con cualquier anticonceptivo oral trifásico cuando se usan para evitar un embarazo.
RECOPILACIÓN Y ANÁLISIS DE DATOS: Se examinaron los estudios encontrados durante las diversas búsquedas en la literatura para su posible inclusión y se evaluó la calidad metodológica con las guías Cochrane. Se estableció contacto con los autores de todos los estudios incluidos y de los estudios posiblemente aleatorios para obtener información adicional acerca de los métodos y los resultados de los mismos. Se introdujeron los datos en RevMan. Se calcularon los odds-ratio de Peto para la incidencia de la interrupción debido a razones médicas, sangrado intermenstrual y ausencia de sangrado de privación.
RESULTADOS PRINCIPALES: Solamente dos ensayos clínicos de calidad limitada cumplieron los criterios de inclusión. Larranaga 1978 comparó dos píldoras bifásicas y una trifásica, cada una conteniendo levonorgestrel y etinilestradiol. No aparecieron diferencias importantes, y la frecuencia de interrupción debida a problemas médicos fue similar con las tres píldoras. En Percival-Smith 1990, se comparó una píldora bifásica que contenía noretindrona (Ortho 10/11) con una píldora trifásica que contenía levonorgestrel (Triphasil) y otra píldora trifásica que contenía noretindrona (Ortho 7/7/7). La píldora bifásica tuvo un control de ciclo inferior comparado con la píldora trifásica de levonorgestrel. El odds-ratio de ciclos con sangrado intermenstrual fue 1,7 (IC del 95%: 1,3 a 2,2) para la píldora bifásica comparada con la píldora trifásica de levonorgestrel. El odds-ratio de ciclos sin sangrado de privación fue 6,5 (IC del 95%: 3,1 a 13). En contraste, el control del ciclo con la píldora bifásica fue equiparable al de las píldoras trifásicas que contenían la misma progestina (noretindrona).
CONCLUSIONES DE LOS AUTORES: Las pruebas disponibles son limitadas y la validez interna de estos ensayos es dudosa. Dadas las altas pérdidas en el seguimiento, es más conveniente considerar estos informes como de naturaleza observacional. Dada esa advertencia, la píldora bifásica que contiene noretindrona se asoció con el control cíclico inferior en comparación con la píldora trifásica que contiene levonorgestrel. La elección de progestina puede ser más importante que el régimen fásico para determinar los patrones de sangrado.
BACKGROUND: In the 1970s a new approach to the delivery of hormonal contraception was researched and developed. It was suggested that the addition of a progestogen to a non-medicated contraceptive device improved its contraceptive action. An advantage of these hormonally impregnated intrauterine systems (IUS) is that they are relatively maintenance free, with users having to consciously discontinue using them to become pregnant rather than taking a proactive daily decision to avoid conception.
OBJECTIVES: To assess the contraceptive efficacy, tolerability and acceptability of hormonally impregnated intrauterine systems (IUSs) in comparison to other reversible contraceptive methods.
SEARCH STRATEGY: Literature was identified through database searches, reference lists and individuals/organisations working in the field. Searches covered the period from 1972 to November 2003.
SELECTION CRITERIA: All randomised controlled trials comparing IUSs with other forms of reversible contraceptives and reporting on pre-determined outcomes in women of reproductive years. The primary outcomes were pregnancy due to method/user failure and continuation rate.
DATA COLLECTION AND ANALYSIS: The quality assessment of studies and data extraction were completed independently by two blinded reviewers. A quality checklist was designed to identify general methodological and contraceptive specific factors which could bias results. Events per women months and single decrement life table rates were extracted where possible for pregnancy, continuation, adverse events and reasons for discontinuation. Events per total number of women at follow up were collected for hormonal side effects and menstrual disturbance. When appropriate, data were pooled at the same points of follow up to calculate rate ratios in order to determine the relative effectiveness of one method compared to another. For the single decrement life table rates, the rate differences were pooled to determine the absolute difference in effectiveness of one method compared to another. Interventions were only combined if the contraceptive methods were similar. Non-hormonal IUDs were divided into three categories for the purpose of comparison with IUSs: IUDs >250mm2 (i.e. CuT 380A IUD and CuT 380 Ag IUD), IUDs <=250mm2 (i.e. Nova-T, Multiload, CuT 200 and CuT 220 IUDs) and non-medicated IUDs.
MAIN RESULTS: Twenty-one RCTs comparing hormonally impregnated IUSs to a reversible contraceptive method met the inclusion criteria and it was possible to include eight of these in the meta-analyses, four comparing LNG-20 IUSs with non-hormonal IUDs, one comparing the LNG-20 IUS with Norplant-2 and three comparing Progestasert with non-hormonal IUDs. No significant difference was observed between the pregnancy rates for the LNG-20 users and those for the IUD >250mm2 users. However, women using the LNG-20 IUS were significantly less likely to become pregnant than those using the IUD <=250mm2. Women using the LNG-20 IUS were more likely to experience amenorrhoea and device expulsion than women using IUDs >250mm2. LNG-20 users were significantly more likely than all the IUD users to discontinue because of hormonal side effects and menstrual disturbance, which on further breakdown of the data was due to amenorrhoea. When the LNG-20 IUS was compared to Norplant-2, the LNG-20 users were significantly more likely to experience amenorrhoea and oligomenorrhoea, but significantly less likely to experience prolonged bleeding and spotting. No other significant differences were observed. Progestasert users were significantly less likely to become pregnant and less likely to continue on the method than non-medicated IUD users after one year, but no significant difference was noted for these two outcomes when Progestasert users were compared to IUD<=250mm2 users. The only other significant differences found in the meta-analyses were that Progestasert users were less likely to expel the device and more likely to discontinue the method because of menstrual bleeding and pain than users of IUDs <=250mm2. REVIEWERS' CONCLUSIONl the device and more likely to discontinue the method because of menstrual bleeding and pain than users of IUDs <=250mm2.
REVIEWERS' CONCLUSIONS: Current evidence suggests LNG-20 IUS users are no more or less likely to have unwanted pregnancies than IUD >250mm2 and Norplant-2 users. The LNG-20 IUS was more effective in preventing either intrauterine or extrauterine pregnancies than IUDs <=250mm2. The contraceptive effectiveness of Progestasert was significantly better than non-medicated IUDs, but no difference was observed when compared to IUDs<=250mm2. Continuation of LNG-20 IUS use was similar to continuation of the non-hormonal IUDs and Norplant-2. Amenorrhoea was the main reason for the discontinuation for the LNG-20 IUS and women should be informed of this prior to starting this method.
Los Efectos Secundarios causados Por los anticonceptivos Orales desaniman El cumplimiento y la Continuación de los anticonceptivos Orales. Una desventaja sugerido de las Pildoras anticonceptivas bifásicas Orales en comparacion Con las Pildoras anticonceptivas trifásicas Orales Es Un aumento de Sangrado. Hemos Examinado this desventaja potencial MEDIANTE la Realización de Revisión Sistemática UNA Que comparo los anticonceptivos Orales bifásicos Con Los anticonceptivos Orales trifásicos en Términos de Eficacia, el control del Ciclo e Interrupción debido Efectos Secundarios uno. Se incluyeron Estudios Clínicos Controlados aleatorizados Que comparaban cualquier anticonceptivo oral, bifásico Con cualquier anticonceptivo oral, CUANDO SE USAN trifásico párrafo Evitar las Naciones Unidas Embarazo. Sólo con Invitación Estudios Clínicos dos de Calidad Limitada, cumplieron los Criterios de inclusión. Larrañaga en comparacion bifásica dos y trifásicas Pildoras UNO, UNO contienen levonorgestrel Cada etinil estradiol y. No Se observaron Diferencias Importantes, y la Frecuencia de Interrupción debido Problemas Médicos uno FUE similares Con las Tres Pildoras. Percival-Smith comparo UNA píldora bifásica Que contiene noretindrona (Ortho 10/11) Con UNA píldora trifásica Que contiene levonorgestrel (Triphasil) y Otra píldora trifásica Que contenía noretindrona (Ortho 7/7/7). La píldora bifásica tuvo el control de las Naciones Unidas Ciclo inferior comparado Con La píldora de levonorgestrel trifásica. La Evidencia Disponible Limitada y es de mala Calidad, la Validez Interna de Estós Ensayos es dudosa. Dada la ESA advertencia, la píldora bifásica Que contiene noretindrona sí Asocio Con el control de las Naciones Unidas inferiores del Ciclo en comparacion Con La píldora trifásica Que contiene levonorgestrel. Por Esto sugiere Que La Elección de progestina You can servi Más Importante Que El Régimen fásico párr determinar los patrones de Sangrado.
Muchos anticonceptivos hormonales se han asociado con cambios en el metabolismo de hidratos de carbono. Las alteraciones pueden incluir tolerancia a la glucosa disminuida y una mayor resistencia a la insulina, que son factores de riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad cardiovascular. Estas cuestiones se han planteado principalmente con anticonceptivos que contienen estrógeno.
OBJETIVOS:
Evaluar el efecto de los anticonceptivos hormonales sobre el metabolismo de los carbohidratos en mujeres sanas y aquellos en riesgo de diabetes debido al sobrepeso.
ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA:
En abril de 2014, se realizaron búsquedas en la bases de datos MEDLINE, POPLINE, CENTRAL y LILACS para los estudios de los anticonceptivos hormonales y el metabolismo de los hidratos de carbono. También se buscaron ensayos clínicos en ClinicalTrials.gov y ICTRP. La búsqueda inicial incluyó también EMBASE. Criterios de selección: Se consideraron todos los ensayos controlados aleatorios que examinaron el metabolismo de los carbohidratos en mujeres sin diabetes que utilizan anticonceptivos hormonales para la anticoncepción. Las comparaciones podrían ser un placebo, un anticonceptivo no hormonal, u otro anticonceptivo hormonal que con fármacos, dosis, o régimen. Las intervenciones incluyeron al menos tres ciclos. Los resultados incluyeron medidas de glucosa e insulina. Recopilación y análisis de datos: Se evaluaron todos los títulos y resúmenes identificados durante las búsquedas bibliográficas. Los datos se extrajeron y se introdujeron en RevMan. Se escribió a los investigadores para obtener datos faltantes. Para las variables continuas, la diferencia de medias (DM) se calcula con un intervalo de confianza del 95% (IC) mediante un modelo de efectos fijos. Para los resultados dicotómicos, se calculó el odds ratio de Peto con IC del 95%. Resultados principales: Se encontraron 31 ensayos que cumplieron los criterios de inclusión. No hay nuevos ensayos fueron elegibles en 2014. Veintiún ensayos anticonceptivos orales combinados en comparación (AOC); otros examinaron diferentes regímenes de AOC, píldoras sólo de progestina, inyectables, un anillo vaginal, y los implantes. Ninguno incluyó un placebo. De 34 comparaciones, ocho tenían ninguna diferencia notable entre los grupos de estudio en un resultado. Doce ensayos estudiaron AOC que contienen desogestrel, y las pocas diferencias de levonorgestrel AOC fueron inconsistentes. Un meta-análisis de dos estudios mostraron el grupo desogestrel tuvo una media de glucosa en ayunas mayor (DM 0,20; IC del 95%: 0,00 a 0,41). Cuando los datos no se pudieron combinar, estudios individuales mostraron glucosa en ayunas menor media (DM -0,40; IC del 95%: -0,72 a -0,08) y los medios más altos para respuesta de la glucosa de dos horas (DM 1,08; IC del 95%: 0,45 a 1,71) y la insulina área bajo la curva (AUC) (MD 20,30; IC del 95% 4,24 a 36,36). Tres ensayos evaluaron el anillo vaginal de etonogestrel y uno examinaron un implante de etonogestrel. Un ensayo mostró que el grupo de anillo tenía insulina AUC media inferior que en el grupo de levonorgestrel COC (DM -204,51; IC del 95%: -389,64 a -19,38). De los ocho ensayos de preparaciones de noretisterona, cinco compararon AOC y tres inyectables comparados. En un ensayo COC, un grupo de noretisterona tenía cambio promedio menor en la glucosa de respuesta de dos horas que un grupo de levonorgestrel COC (DM -0,30; IC del 95%: -0,54 a -0,06). En un estudio inyectable, un grupo usando acetato de medroxiprogesterona de depósito tenía medios más altos que el grupo con el enantato de noretisterona para la glucosa en ayunas (DM 10,05; IC del 95%: 3,16 a 16,94), la glucosa de respuesta de dos horas (MD 17,00; IC del 95%: 5,67 a 28,33 ), y la insulina en ayunas (MD 3,40; IC del 95%: 2,07 a 4,73). Entre cinco ensayos recientes, dos analizaron nuevos AOC con diferentes tipos de estrógeno. Uno mostró el grupo con acetato nomegestrel más 17β-estradiol tenía medios más bajos que el grupo de levonorgestrel para la glucosa valor AUC (DM -1,43; IC del 95%: -2,55 a -0,31) y la hemoglobina glicosilada (HbA1c) (DM -0,10; IC del 95% -0,18 a -0,02). Dos ensayos compararon extendidos frente a regímenes (cíclicos) convencionales. Con un COC dienogest, un grupo de un uso prolongado tuvo mayor cambio medio en AUC glucosa (DM 82,00; IC del 95%: 10,72 a 153,28). En un pequeño ensayo utilizando dos AOC levonorgestrel, el grupo de dosis más baja mostró un cambio menor media de la glucosa en ayunas (DM -3,00; IC del 95%: -5,89 a -0,11), pero las mujeres de peso normal y obesas no difirió significativamente. Conclusiones de los revisores: La evidencia actual sugiere que no hay grandes diferencias en el metabolismo de los hidratos de carbono entre los diferentes anticonceptivos hormonales en las mujeres sin diabetes. No podemos hacer fuertes declaraciones debido a que tiene pocos estudios que compararon los mismos tipos de anticonceptivos. Muchos ensayos tuvieron un escaso número de participantes y algunos tuvieron grandes pérdidas. Muchos de los estudios anteriores tenían informes limitados de métodos. Todavía sabemos muy poco acerca de las mujeres en riesgo de problemas metabólicos debido al sobrepeso. Más de la mitad de los ensayos tenía restricciones de peso como criterios de inclusión. Sólo un ensayo pequeño estratificó los grupos por el índice de masa corporal (obesidad frente normal).