BACKGROUND: Epilepsy is a neurological disorder affecting both children and adults. Epileptic seizures are the result of excessive and abnormal cortical cell electrical activity in the brain. In response to criticism that epilepsy care for children has little impact on long-term outcomes, healthcare professionals and administrators have developed various service models and strategies to address perceived inadequacies. This is an updated version of a Cochrane Review previously published in 2018.
OBJECTIVES: To assess the effects of any specialised or dedicated intervention for epilepsy versus usual care in children and adolescents with epilepsy and their families.
SEARCH METHODS: We searched the following databases on 14 January 2020: the Cochrane Register of Studies (CRS Web), MEDLINE (Ovid, 1946 to 13 January 2020), PsycINFO (1887 to 14 January 2020), CINAHL Plus (1937 to 14 January 2020), ClinicalTrials.gov, and the World Health Organization International Clinical Trials Registry Platform. The Cochrane Register of Studies (CRS Web) includes the Cochrane Epilepsy Group Specialised Register and the Cochrane Central Register of Controlled Trials (CENTRAL). We also contacted experts in the field seeking information on unpublished and ongoing studies and checked the websites of epilepsy organisations and the reference lists of included studies.
SELECTION CRITERIA: We included randomised controlled trials recruiting children and adolescents with epilepsy.
DATA COLLECTION AND ANALYSIS: Two review authors independently selected trials for inclusion and extracted the relevant data. We assessed the following outcomes: 1. Seizure frequency and severity; 2. Appropriateness and volume of medication prescribed (including evidence of drug toxicity); 3. Participants' reported knowledge of information and advice received from professionals; 4. Participants' reports of health and quality of life; 5. Objective measures of general health status; 6. Objective measures of social or psychological functioning (including the number of days spent on sick leave/absence from school or work, and employment status); and 7. Costs of care or treatment. The results of the data extraction and quality assessment for each study were presented in structured tables and as a narrative summary. All summary statistics were extracted for each outcome.
MAIN RESULTS: We included nine studies of eight interventions in the review, reporting on seven distinct self-management programmes for educating or counselling children with epilepsy and their parents, and one new model of care. Based largely on self-reported outcomes, each programme showed some benefits for the well-being of children with epilepsy; however, all of the included studies had methodological flaws. No single programme was evaluated with different study samples, and in no instance was the same outcome measured and reported in the same way across studies, precluding any possible meta-analysis, even if the interventions were considered sufficiently similar to include in meta-analysis. We chose the outcomes for which data might be important for decisions about the interventions as per guidance in the Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions. We found moderate certainty evidence that one of the educational interventions reduced seizure frequency. There was low certainty evidence that two other educational interventions reduced seizure severity, seizure control, and seizure cure rates. The evidence for all other outcomes (drug adherence, knowledge, self-efficacy and self-perception of epilepsy on quality of life) was mixed.
AUTHORS' CONCLUSIONS: Whilst each of the programmes evaluated in this review showed some benefit to children with epilepsy, their impact was extremely variable. No programme showed benefits across the full range of outcomes, and all studies had methodological problems. There is currently insufficient evidence in favour of any single programme. Further evidence from randomised controlled trials using validated measures and considering clinical meaningfulness as well as statistical significance of results is required.
Antecedentes: Los niños con enfermedad física crónica son significativamente más propensos a desarrollar síntomas psiquiátricos comunes que los niños por lo demás sanos. Por tanto, estos niños merecen atención sanitaria integrada efectiva, sin embargo, no se ha establecido si los conocidos, tratamientos eficaces y psicológicos para los síntomas de los trastornos de salud mental comunes de la infancia trabajan en los niños con enfermedad física crónica. Métodos: EMBASE, MEDLINE, PsycINFO y CINAHL bases de datos se realizaron búsquedas con términos predefinidos relativos a las intervenciones psicológicas basadas en la evidencia para los síntomas psiquiátricos en niños con enfermedad física crónica. Se incluyeron todos los estudios (diseños aleatorios y no aleatorios) que investigan intervenciones dirigidas principalmente a tratar los síntomas psiquiátricos comunes en los niños con una enfermedad física crónica en la revisión. Dos revisores de forma independiente evaluaron la pertinencia de los resúmenes identificados, extrajeron los datos y realizaron análisis de calidad. Resultados: Diez estudios (209 niños, entre ellos 70 en los grupos de control) cumplieron los criterios de inclusión en la revisión. Todos los estudios demostraron algunos resultados positivos de la terapia cognitivo-conductual para el tratamiento de los síntomas psiquiátricos en niños con enfermedad física crónica. Sólo dos ensayos controlados aleatorios, ambas intervenciones que investigan para los síntomas de la depresión, se encontraron. Conclusiones: Existe evidencia preliminar de que la terapia cognitivo-conductual tiene efectos positivos en el tratamiento de los síntomas de depresión y ansiedad en los niños con enfermedad física crónica. Sin embargo, la base de la evidencia actual es Se necesitan ensayos débiles y totalmente motorizadas controlado aleatorio para establecer la eficacia de los tratamientos psicológicos en esta población vulnerable.
ANTECEDENTES: Muchas personas con epilepsia que experimentan dificultades psicológicas como la ansiedad, la depresión y déficit neuropsicológicos que incluyen problemas de memoria. La investigación ha demostrado que estas dificultades están a menudo presentes no sólo para las personas con epilepsia crónica, sino también para las personas con epilepsia de nuevo diagnóstico. A pesar de esto, hay muy pocas intervenciones publicados que detallan medios para ayudar a las personas con epilepsia de nuevo diagnóstico manejar estos problemas.
OBJETIVOS: Identificar y evaluar posibles intervenciones psicológicas y neuropsicológicas para adultos con epilepsia de nuevo diagnóstico.
Métodos de búsqueda: Se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos el 30 de junio de 2015: el Registro Cochrane de Epilepsia Grupo Especializado, el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL), MEDLINE (Ovid), SCOPUS, PsycINFO, CINAHL, ClinicalTrials.gov y la Organización Mundial de la Salud (OMS) Ensayos clínicos Plataforma de registros internacionales (ICTRP).
Criterios de selección: Esta revisión incluye todos los ensayos controlados aleatorios, ensayos controlados cuasialeatorios, estudios controlados prospectivos de cohorte prospectivo, y antes y después de los estudios que incluyen intervenciones psicológicas o neuropsicológicas para las personas con epilepsia de nuevo diagnóstico. Se excluyeron los estudios que incluyeron a personas con epilepsia y cualquier otro trastorno psicológico o enfermedad neurológica. Se excluyeron los estudios realizados que reclutaron sólo a los niños.
Recopilación y análisis de datos: Se utilizó el procedimiento metodológico estándar esperado por la Colaboración Cochrane. Dos autores realizaron de forma independiente la extracción de datos y análisis de riesgo de sesgo. Los resultados de este se cotejaron y tercer autor resolvieron las discrepancias. En el caso de datos faltantes, se estableció contacto con los autores del estudio. El metanálisis no se completó debido a diferencias en la intervención y los resultados informados en los dos estudios.
Resultados principales: Se incluyeron dos ensayos controlados aleatorios que evaluaron las intervenciones psicológicas para las personas con epilepsia de nuevo diagnóstico. Un estudio evaluó una intervención conductual cognitiva (CBI) en una población de adolescentes. Este estudio fue clasificado como de baja calidad. Un estudio evaluó una intervención enfermera especialista en la población adulta. Este estudio se valorará como muy baja calidad.Hemos evaluado un estudio que conllevan un riesgo de sesgo incierto y un estudio como de alto riesgo de sesgo.El estudio CBI indicó que esta intervención podría reducir significativamente los síntomas depresivos en las personas con trastorno depresivo subliminal. Sin embargo, el estudio de evaluación de la eficacia de una intervención enfermera encontró ningún beneficio significativo para los síntomas depresivos, pero sí encontró que en los individuos con el menor conocimiento de la epilepsia, una intervención enfermera podría aumentar su conocimiento de las puntuaciones de la epilepsia.
Conclusiones de los autores El metanálisis no fue posible, ya que hemos identificado sólo dos estudios y se utilizaron diferentes intervenciones y medidas de resultado.Investigaciones anteriores han puesto de relieve el impacto de las dificultades psicológicas y neuropsicológicas que experimentan las personas con epilepsia y el efecto negativo que esto tiene sobre su calidad de vida. El principal hallazgo de este estudio es que hay una escasez de investigación para evaluar los posibles intervenciones neuropsicológicas y psicológicas para adultos con epilepsia de nuevo diagnóstico.
OBJETIVO: Determinar la efectividad de las intervenciones de autocuidado de la epilepsia y explorar las opiniones y experiencias de los medicamentos y las incautaciones por parte de niños y jóvenes.
ANTECEDENTES: convulsiones en situación y los efectos secundarios de los medicamentos antiepilépticos tienen impactos negativos en los niños y jóvenes que gestionan su epilepsia. Los niños suelen experimentar con no tomar la medicación prescrita epilepsia y participar en los estilos de vida poco saludables. MÉTODOS DE DISEÑO / REVISIÓN: Mixto-método de revisión sistemática con el desarrollo de la teoría. Métodos cuantitativos Cochrane y síntesis temática de evidencia cualitativa y encuesta.
FUENTES DE DATOS: Ocho bases de datos se realizaron búsquedas de fechas más tempranas de julio de 2013.
RESULTADOS: Se incluyeron estudios Diecinueve. El metanálisis no fue posible. Cero de nueve estudios de intervención mostraron una mejoría en la adherencia a la medicación anti-epilepsia. Técnicas de comportamiento basados en destrezas con actividades como juegos de rol y el establecimiento de metas con los jóvenes aumentaron auto-gestión del conocimiento y de la epilepsia (efectos pequeños). Los estudios de intervención fueron metodológicamente débiles y no hay estudios informaron si mejora en la autogestión fue sostenida en el tiempo. Síntesis de nueve cualitativa y se estudia de métodos mixtos generó seis temas que encapsulan la medicación y la epilepsia efectos antiepilépticos. Hubo una falta de fidelidad entre las teorías del programa de intervención y lo que los niños y jóvenes encuentran difícil con la auto-administración de medicamentos y la gestión de los efectos de la epilepsia.
CONCLUSIÓN: Los niños y jóvenes con conocimiento y / o sin saberlo, toman riesgos con su epilepsia y dan explicaciones razonables para hacerlo. No hay intervenciones efectivas para cambiar los comportamientos de adhesión medicación para la epilepsia. Hay una necesidad urgente de que las intervenciones más innovadores y adaptados individualmente para abordar los desafíos específicos para el autocontrol de la epilepsia como identificado por los propios niños y jóvenes.
Servicios de psicoterapia son limitados en las zonas remotas y rurales de Australia y en todo el mundo. La videoconferencia se ha consolidado como un modo viable y aceptable de la aplicación del tratamiento psicológico. Alianza terapéutica (TA) es un factor esencial que subyace en la terapia exitosa a través de modelos terapéuticos. Con el fin de determinar el estado de conocimiento sobre TA en la psicoterapia a través de videoconferencia, una revisión de la literatura se realizó en los estudios de investigación que midieron formalmente TA como medidas de resultado primarias, secundarias o terciarias en los últimos 23 años. Las bases de datos consultadas fueron Medline, PsycARTICLES, PsycINFO, PsycEXTRA y EMBASE. La búsqueda identificó 9915 artículos que miden la satisfacción, aceptación o relación terapéutica, de los cuales 23 cumplieron con los criterios para la revisión. Se llevaron a cabo tres estudios en Australia, 11 en EE.UU., 4 en Canadá, 3 en Escocia y 2 en Inglaterra. Estudios apoyaron abrumadoramente la idea de que la TA se puede desarrollar en la psicoterapia por videoconferencia, con clientes calificación de los bonos y la presencia, al menos, igual de fuerte como ajustes en persona a través de una gama de grupos de diagnóstico. Los terapeutas también calificaron altos niveles de TA, pero a menudo no es tan alta como la de sus clientes al principio del tratamiento. La evidencia fue examinado en el contexto de los aspectos importantes de la TA, incluyendo bonos, presencia, actitudes terapeuta y habilidades, y actitudes de los clientes y las creencias. Se identificaron las barreras y facilitadores de la alianza. Los estudios futuros deben incluir medidas de observación de bonos y presencia para complementar autoinforme.
ANTECEDENTES: Los trastornos depresivos son muy prevalentes, tener un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes y sus familiares y se asocian con un aumento de las tasas de mortalidad, los altos niveles de uso de los servicios y los costes económicos sustanciales. Los tratamientos actuales se estiman para reducir sólo alrededor de un tercio de la carga de la enfermedad de los trastornos depresivos. La prevención puede ser una estrategia alternativa para reducir aún más la carga de enfermedad de la depresión.
MÉTODOS: Se realizó un meta-análisis de ensayos controlados aleatorios que examinan los efectos de las intervenciones preventivas en los participantes sin depresión diagnosticada al inicio del estudio sobre la incidencia de los trastornos depresivos diagnosticados durante el seguimiento. Se identificaron 32 estudios que cumplían los criterios de inclusión.
RESULTADOS: Se encontró que el riesgo relativo de desarrollar un trastorno depresivo era tasa de incidencia = 0,79 (95% intervalo de confianza: desde 0,69 hasta 0,91), lo que indica una disminución del 21% en la incidencia en los grupos de prevención en comparación con los grupos control. La heterogeneidad fue baja (I (2) = 24%). El número necesario a tratar (NNT) para prevenir un nuevo caso de trastorno depresivo fue de 20. Los análisis de sensibilidad no reveló diferencias entre tipo de prevención (por ejemplo, selectiva, indicada o universal), ni entre el tipo de intervención (por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia interpersonal o de otro tipo). Sin embargo, los datos sobre NNT presentaron diferencias.
CONCLUSIONES: Prevención de la depresión parece factible y puede, además del tratamiento, ser una manera eficaz para retrasar o prevenir la aparición de los trastornos depresivos. Prevenir o retrasar estos trastornos puede contribuir a la reducción adicional de la carga de morbilidad y los costos económicos asociados con los trastornos depresivos.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento recomendado para la depresión en las personas con epilepsia (PWE), sin embargo, una reciente revisión Cochrane encontró que no había pruebas suficientes de que cualquier terapia psicológica es eficaz. Esta conclusión ofrece poca ayuda para los médicos que proveen intervenciones para PWE deprimido. El objetivo de esta revisión fue realizar una revisión sistemática y cualitativamente la literatura sobre la eficacia de la TCC para la depresión en PWE en base a los ensayos controlados aleatorios (ECA) y series de casos. Nuestro objetivo es determinar los patrones en la literatura para informar del tipo de CBT, en su caso, que se debe ofrecer a PWE que están deprimidos. Las bases de datos MEDLINE, PsycINFO y las Revisiones Cochrane EBM se buscaron a través de OVID. Los criterios de selección fueron los siguientes: (1) los participantes con epilepsia, (2) el uso de la TCC, (3) la depresión medida de resultado válido, y (4) publicado en revista revisada por pares en Inglés. Las inclusiones de los estudios fueron evaluados por dos investigadores independientes. Se identificaron 14 documentos resultados de 13 ensayos de TCC que incluyen 6 ensayos controlados aleatorios (ECA) y 7 series de casos. Se informaron efectos positivos de la TCC sobre la depresión en tres de los seis ECA. Una revisión de su contenido revela que todos los ECA eficaces adaptados específicamente TCC para mejorar la depresión. Por el contrario, dos de los tres ECA que no encontraron efectos relacionados con la depresión se centraron en la mejora de las convulsiones control. También Este patrón se observó en la serie de casos. Aunque limitados en número y con limitaciones metodológicas, los estudios de tratamiento incluidos en esta revisión indican que las intervenciones diseñadas para mejorar la depresión son posiblemente eficaz, mientras que aquellos que se centran en la mejora de control de las convulsiones no parecen ser. Sin embargo, esta revisión pone de manifiesto que existe la necesidad de ECA adicionales en esta área para confirmar la posible eficacia de la TCC para la depresión en PWE.
Promover la "atención más cerca de casa" para los niños enfermos es una práctica política y objetivos internacionalmente. El progreso hacia este objetivo se ve obstaculizado por una falta de evidencia sobre la eficacia y los costos. El objetivo del trabajo que aquí fue establecer la solidez de la evidencia internacional actual sobre la eficacia y los costos de la atención domiciliaria pediátrica mediante la actualización y ampliación de una revisión sistemática anterior. En una revisión sistemática siguiendo Centre for Reviews and Dissemination directrices implicado actualizar búsquedas electrónicas, y ampliarlos para que cubran la atención domiciliaria pediátrica a corto plazo las condiciones agudas. Veintiún bases de datos Se realizaron búsquedas desde 1990 hasta abril de 2007. Búsqueda manual también se llevó a cabo. Las parejas de los miembros del equipo, guiado por un algoritmo, seleccionaron los ensayos controlados aleatorios (ECA), otros estudios comparativos y estudios de economía de la salud, incluyendo los datos. Un tercer revisor resolvió los desacuerdos. La calidad de los ECA fue evaluada, pero un enfoque de "mejor evidencia" fue tomada en general. Se extrajeron los datos en hojas de cálculo específicamente diseñados y un segundo miembro del equipo comprobado todos los datos. Síntesis narrativa se utiliza en todo. Este trabajo presenta los resultados de los ECA y los estudios con datos economía de la salud. En total, 16 570 publicaciones fueron identificados después de de-duplicación. Once nuevos ECA (informados en 17 documentos) y 20 documentos con datos de la economía de la salud fueron incluidos y revisados. La evidencia sobre los costos y la eficacia de la atención domiciliaria pediátrica no ha crecido sustancialmente desde la revisión anterior, pero esta revisión actualizada añade peso a la conclusión de que puede proporcionar resultados clínicos equivalentes para los niños y no imponer una mayor carga sobre las familias. De hecho, en algunos casos, hay pruebas de reducción de la carga y los costes para las familias en comparación con la atención hospitalaria. También hay cada vez más pruebas, aunque basada en pruebas más débiles, que la atención domiciliaria pediátrica puede reducir los costos de los servicios de salud, especialmente para los niños con necesidades complejas y de largo plazo.
Las personas con problemas de salud mental pueden encontrarse con barreras de acceso a las psicoterapias efectivas. Videoconferencia tecnología, que permite que la información de audio y video para ser compartida simultáneamente a través de distancias geográficas, ofrece una alternativa que puede mejorar el acceso. Se realizó una revisión sistemática de la literatura de la utilización de la videoconferencia psicoterapia (VCP), diseñado para hacer frente a 10 preguntas específicas, incluyendo los tipos / formatos terapéuticos que se han implementado, las poblaciones con las que VCP se está utilizando, el número y los tipos de publicaciones relacionadas con VCP, y la satisfacción disponible, la viabilidad y los datos de resultado relacionadas con la VCP. Después de las búsquedas electrónicas y las revisiones de las listas de referencias, 821 artículos potenciales fueron identificados, y 65 fueron seleccionados para su inclusión. Los resultados indican que VCP es factible, se ha utilizado en una variedad de formatos terapéuticos y con diversas poblaciones, se asocia generalmente con buena satisfacción del usuario, y se encuentra que tiene resultados clínicos similares a los tradicionales cara a cara psicoterapia. Aunque el número de artículos que se publican en VCP se ha incrementado en los últimos años, sigue habiendo una necesidad de adicionales a gran escala de ensayos clínicos para evaluar adicionalmente la eficacia y la efectividad de VCP.
OBJETIVO: Analizar críticamente la calidad de la investigación de los estudios que examinan el autoconcepto en adolescentes con epilepsia (AWE) y, con base en la evidencia de estos estudios, para determinar si AWE haber comprometido autoconcepto, para identificar los factores relacionados autoconcepto, y para evaluar las intervenciones destinadas a mejorar el autoconcepto.
MÉTODO: MEDLINE y EMBASE para publicaciones pertinentes. El Índice de Calidad del modificado se utilizó para evaluar la calidad del estudio.
Resultados: Se revisaron 20 estudios y 8 estudios se incluyeron en un metanálisis. No hubo diferencias significativas en autoconcepto entre AWE frente a los sujetos de control sanos. El autoconcepto se asoció con una serie de variables sociodemográficas, clínicas y conductuales.
CONCLUSIÓN: El número limitado y modesta calidad de los estudios disponibles para la revisión sugieren que los resultados negativos deben ser interpretados con cautela. Además de abordar las limitaciones de los estudios existentes, la investigación futura debería centrarse en la exploración de la posible función de auto-concepto en el desarrollo de problemas de salud mental en AWE.
Epilepsy is a neurological disorder affecting both children and adults. Epileptic seizures are the result of excessive and abnormal cortical cell electrical activity in the brain. In response to criticism that epilepsy care for children has little impact on long-term outcomes, healthcare professionals and administrators have developed various service models and strategies to address perceived inadequacies. This is an updated version of a Cochrane Review previously published in 2018.
OBJECTIVES:
To assess the effects of any specialised or dedicated intervention for epilepsy versus usual care in children and adolescents with epilepsy and their families.
SEARCH METHODS:
We searched the following databases on 14 January 2020: the Cochrane Register of Studies (CRS Web), MEDLINE (Ovid, 1946 to 13 January 2020), PsycINFO (1887 to 14 January 2020), CINAHL Plus (1937 to 14 January 2020), ClinicalTrials.gov, and the World Health Organization International Clinical Trials Registry Platform. The Cochrane Register of Studies (CRS Web) includes the Cochrane Epilepsy Group Specialised Register and the Cochrane Central Register of Controlled Trials (CENTRAL). We also contacted experts in the field seeking information on unpublished and ongoing studies and checked the websites of epilepsy organisations and the reference lists of included studies.
SELECTION CRITERIA:
We included randomised controlled trials recruiting children and adolescents with epilepsy.
DATA COLLECTION AND ANALYSIS:
Two review authors independently selected trials for inclusion and extracted the relevant data. We assessed the following outcomes: 1. Seizure frequency and severity; 2. Appropriateness and volume of medication prescribed (including evidence of drug toxicity); 3. Participants' reported knowledge of information and advice received from professionals; 4. Participants' reports of health and quality of life; 5. Objective measures of general health status; 6. Objective measures of social or psychological functioning (including the number of days spent on sick leave/absence from school or work, and employment status); and 7. Costs of care or treatment. The results of the data extraction and quality assessment for each study were presented in structured tables and as a narrative summary. All summary statistics were extracted for each outcome.
MAIN RESULTS:
We included nine studies of eight interventions in the review, reporting on seven distinct self-management programmes for educating or counselling children with epilepsy and their parents, and one new model of care. Based largely on self-reported outcomes, each programme showed some benefits for the well-being of children with epilepsy; however, all of the included studies had methodological flaws. No single programme was evaluated with different study samples, and in no instance was the same outcome measured and reported in the same way across studies, precluding any possible meta-analysis, even if the interventions were considered sufficiently similar to include in meta-analysis. We chose the outcomes for which data might be important for decisions about the interventions as per guidance in the Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions. We found moderate certainty evidence that one of the educational interventions reduced seizure frequency. There was low certainty evidence that two other educational interventions reduced seizure severity, seizure control, and seizure cure rates. The evidence for all other outcomes (drug adherence, knowledge, self-efficacy and self-perception of epilepsy on quality of life) was mixed.
AUTHORS' CONCLUSIONS:
Whilst each of the programmes evaluated in this review showed some benefit to children with epilepsy, their impact was extremely variable. No programme showed benefits across the full range of outcomes, and all studies had methodological problems. There is currently insufficient evidence in favour of any single programme. Further evidence from randomised controlled trials using validated measures and considering clinical meaningfulness as well as statistical significance of results is required.